Las etapas de La Vuelta ciclista, al menos en Andalucía, no son la de mareas de gente, de señores vestidos de demonio del Tour, o de paisanos que chillan a los ciclistas en los últimos metros. No al menos cuando se trata de la llegada en llano, como ha sido el caso de Sevilla.
La razón obvia es el calor, que ha marcado la jornada en la ciudad. El ciclismo, como el fútbol, tiene adeptos presenciales, pero donde rompe los esquemas es en la tele. Ahí sí. Buena parte de España ha visto la llegada de La Vuelta a Sevilla en una etapa llana con premios al sprint, con puntos en el intermedio de La Algaba.
Y con todo no ha faltado la emoción. Una llegada de foto finish para decidir al ganador, que comenzó a dar gritos cuando ya habían bajado las pulsaciones, que fue cuando supo que era el ganador. El jovencísimo Pavel Bittner se llevó la victoria en el Paseo Colón. Comenzó el verdadero esfuerzo, el último, el anaeróbico, a la altura de San Telmo. Un kilómetro que se le hizo tan eterno como a tantos sevillanos volviendo a casa de una noche de fiesta. Sufrió el checo para ganar, aunque más sufrieron los que no ganaron. A cuadros se quedó Van Aert.
Dio oportunidad La Vuelta para el ya habitual, con cada evento retransmitido desde la ciudad, de la vista de pájaro de La Giralda. Tan protagonista como las calles de Pino Montano. O el paseo por antiguos espacios de La Expo, esos sobre los que hoy se sigue debatiendo. Buena oportunidad para mostrar a España uno de los mayores polígonos tecnológicos del país, que además está a un pasito del centro. Quizás será una etapa menos recordada que la de hace 14 años de sprints nocturnos.

Hubo también protestas de algo más de una veintena de personas a la altura de la Maestranza. Colectivos propalestinos que volvieron a recordar que La Vuelta tiene entre sus equipos a uno que se dedica al llamado sportwahsing de Israel, en un año en que Gaza suma 40.000 muertos, y que no ha sido razón para la UCI para repensar su presencia.

Todo un día donde Sevilla, parcialmente, se ha paralizado para dejar paso a las bicicletas. Curiosamente, en una de las ciudades donde más pedaladas se dan a cuenta del ejemplar carril bici que ya quisieran para sí tantas ciudades de España. Porque Sevilla celebra, incluso en verano, cada día el ciclismo por sus calles.

Tras acabar la carrera, a recoger que espera la etapa de Jerez-La Yunquera, que promete algo más de vibraciones con la subida al Puerto del Boyar tras pasar Arcos de la Frontera, irrumpiendo en una etapa más montañosa.