La voladura de la chimenea de la central térmica litoral de Endesa, en Carboneras, Almería, ha dejado una imagen para la historia. Esta emblemática infraestructura se despide del municipio, donde ha estado más de cuatro décadas tras haber sido destruida este jueves a base de explosivos.
En la zona del levante, esta construcción de 200 metros de altura se ha esfumado en unos segundos, dejando el lugar huérfano de su emblema a partir de este mediodía cuando, siguiendo unas estrictas medidas de seguridad se ha llevado a cabo la actuación, que se enmarca en el trabajado de desmantelamiento de esta central.
La compañía energética, que llegó a producir en este enclave hasta 200.000 gigavatios, pretende sustituir esta infraestructura por tecnologías renovables, con el fin de desarrollar nuevos proyectos industriales.
En esta intervención, según Diario de Almería, están trabajando cerca de 80 personas que proceden de la sociedad formada por la empresa Lezama Demoliciones y Caldererías Indálicas.