Tres víctimas mortales y 12 heridos graves es el trágico balance provisional del accidente registrado a las 15.25 horas de este lunes en la avenida de Las Cortes de Cádiz. Un autobús, de tamaño medio y con unas 40 plazas, de la empresa Medina, invadió la acera colindante al centro comercial Bahía de Cádiz de El Corte Inglés a toda velocidad.
Según fuentes oficiales del Ayuntamiento de Cádiz, el conductor asegura que un fallo en los frenos le habría hecho perder el control del vehículo, aunque el suceso está en las primeras fases de la investigación de los peritos.
Procedía del puente Constitución de 1812, conocido como segundo puente, en sentido de entrada a Cádiz. Por tanto, con una inclinada pendiente. Ha irrumpido en la avenida sin control. El chofer ha sido trasladado a un centro hospitalario con un ataque de ansiedad. Ha dado negativo en el primer control de alcohol y drogas.
El hecho de que el autobús procediera del viaducto cuando ha perdido los frenos ha hecho que entrara a gran velocidad en el término urbano de Cádiz a través de la rotonda de acceso, que saltara la mediana, invadiera el carril contrario e invadiera la acera opuesta al sentido de la marcha, la que linda con los escaparates del centro comercial.
A su paso, según las mismas fuentes administrativas, habría atropellado a tres personas, que son las fallecidas. Caminaban en ese momento por la acera. Tras impactar con semáforos, farolas, y dos palmeras (que quedaron sobre el techo del autocar) se detuvo. Los ocupantes serían, según los primeros testimonios, estudiantes de Enfermería de Jerez o de su entorno que se trasladaban hasta la ciudad de Cádiz para realizar sus prácticas, según confirma la Universidad de Cádiz.
Esta misma institución académica ha iniciado ya los trámites para solicitar un informe que aclare las causas y circunstancias del accidente mortal en el que se han visto implicados más de 20 miembros de su alumnado.
Varios de los ocupantes del autobús y otros peatones que caminaban por la acera formarían el grupo de 12 heridos graves que el Ayuntamiento de Cádiz confirma a primera hora de la tarde de este lunes (17 horas) en un balance provisional.
La colisión ha provocado un estruendo audible en todo el barrio de Astilleros, uno de los más poblados del municipio con 5.000 habitantes, y ha causado reacciones de pánico entre sus habitantes, los viandantes y personas que en ese momento estaban dentro de El Corte Inglés.
El horario de regreso escolar acababa de terminar y se han sucedido las carreras hasta el lugar de los hechos, así como las llamadas de teléfono para saber dónde estaban hijos, familiares y amigos, especialmente los menores de edad. La cobertura de teléfonos móviles en la zona ha registrado momentos de caída por la cantidad de usuarios que realizaban llamadas.
Hasta las 16.30 horas se han prolongado las labores de atención sanitaria de emergencia sobre la misma acera. La zona ha sido posteriormente acordonada y el tráfico permanece interrumpido tanto en sentido de entrada como de salida desde la avenida de Las Cortes hasta el puente Constitución de 1812, conocido como el segundo puente. Hasta una veintena de ambulancias, camiones de bomberos y vehículos policiales se han concentrado en la zona.
“Ha sido como una bomba”, “podría haber sido una tragedia mayor” o “por ahí paso con mis hijos todos los días” fueron las frases más escuchadas entre las 500 personas que acudieron al lugar del incidente. Muchos de los residentes en la zona han permanecido en el lugar de los hechos, con lágrimas en los ojos, hasta que los cuerpos de seguridad, progresivamente, les han invitado a marcharse.
En cafeterías cercanas, como Grimaldi, el personal ofrecía botellas de agua gratuitas e invitaba a sentarse a los testigos del siniestro, muy afectados y alterados. Trabajadores de hostelería y vecinos compartían lágrimas, llamadas de teléfono para tranquilizar a sus familias y preguntas nerviosas ante el accidente de tráfico más grave registrado en la ciudad de Cádiz en lo que va de siglo y en las últimas décadas del anterior.