Los cien días de tregua ritual hacia un nuevo gobierno local hace mucho que pasaron. Bruno García de León ya está más cerca de los 500 en el cargo que del primer centenar. La oposición en Cádiz, pese a estar frente a una mayoría absoluta, empieza a elevar la temperatura dialéctica de los plenos municipales.
Es una tendencia habitual que ya vivieron los gaditanos con Teófila Martínez, especialmente en la segunda mitad de sus 20 años de mandato, o a José María González Santos durante los ocho que desempeñó la Alcaldía de Cádiz.
Los plenos acabaron por ser escenario de llamativas protestas e incluso incidentes. Ofrecen una de las pocas ocasiones para mostrar causas, reivindicaciones y rechazos.
A esta actitud política, previsible, se sumaba en la última sesión de este jueves un viejo hábito compartido por todas los grupos políticos desde hace más de 15 años: utilizar el parlamento local para lanzar mensajes o establecer posicionamientos sobre debates políticos nacionales, incluso internacionales.
Esta tendencia, progresiva por más que conocida, provocó uno de los momentos más llamativos en la última entrega. El grupo municipal del Partido Popular solicitaba el apoyo de toda la cámara para formalizar el rechazo del Ayuntamiento a la propuesta de nuevo sistema tributario en Cataluña.
Los populares argumentan que ese cambio hacia el denominado "cupo" que permitirá en la práctica la independendica fiscal de la comunidad catalana promueve "insolidaridad y perjuicios", ademas de provocar "subidas de impuestos o reducción de financiación".
El propio alcalde tomó la palabra para denunciar que este nuevo sistema de financiación servirá para "pagar la deuda al gobierno catalán y permitir una financiación privilegiada a Cataluña".
Como quiera que en la misma sesión se debatían asuntos ligados a la financiación municipal de servicios y colectivos, entre la oposición y el público hubo murmullos, comentarios y hasta gritos contra el tiempo dedicado a este debate nacional, en perjuicio del empleado en conflictos locales.
Las responsables del comedor social Amigas del Sur, en el barrio del Cerro del Moro, comparecieron de nuevo en el pleno para denunciar otra interrupción de su servicio, anunciada para este viernes, por falta de fondos.
Portavoces de este colectivo achacan la situación a la insuficiencia "del convenio con el Ayuntamiento de Cádiz, para poder sufragar los gastos que genera el mantenimiento del comedor diariamente".
"Menos hablar de Cataluña y más preocuparse por el Cerro del Moro"
Mientras, Bruno García denunciaba que el acuerdo fiscal con Cataluña supondrá "30.000 millones de euros menos de reparto en España y también lo sufrirá Cádiz con menos inversión y recursos en empleo, sanidad, educación o infraestructuras".
Desde la zona del público se llegó a interrumpir al alcalde con gritos como "menos hablar de Cataluña y más preocuparse por el Cerro del Moro". El regidor mantuvo su argumento de que el cupo catalán tendrá impacto real en los ciudadanos de Cádiz.
Parte de los asistentes lanzó una proclama con posible carga de ironía o sarcasmo: "¡Visca Catalunya!". Bruno García, sorprendido mientras llamaba al orden, contestó con otro "¡Visca Catalunya, claro que sí!" aunque en ninguno de los casos fue posible interpretar intención o tono.
El concejal de la oposición Demetrio Quirós, Adelante Izquierda Gaditana, resumió el episodio anecdótico con un recuento: "Es la cuarta vez que el PP trae una propuesta a este pleno centrada en Cataluña. Al PP nada más que le interesa hablar de Cataluña".
Los ediles populares se aferraron al argumento inicial en un intento de vincular la polémica estatal a la vida cotidiana local: "No es entendible que nuestra ciudad pueda recibir peores servicios que cualquier municipio de Cataluña".
"Es un grave error político y moral dinamitar nuestro modelo de convivencia y replantear por completo el sistema de financiación autonómica únicamente por asegurar una investidura", resumieron.
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