Una teoría extendida entre los comentaristas políticos dice que Ciudadanos y Podemos (o cualquiera de los fraccionamientos que tuvo después) han demostrado lo rápidamente que se envejece en política. En apenas doce años, aquellas formaciones políticas efervescentes, surgidas del cansancio por el bipartidismo PP-PSOE, aparecidas tras las poéticas manifestaciones espontáneas del 15 de marzo de 2011, han desaparecido.
Apenas queda rastro de su representación institucional y su estructura orgánica está en proceso de disolución. Tanto envejece la política que este sábado 17 de junio, la toma de posesión de Bruno García de León como alcalde de Cádiz ha sido presidida por Demetrio Quirós, concejal de Personal y Seguridad en el Gobierno local saliente.
Ese concejal de Adelante Izquierda Gaditana era el mayor de todos los ediles reunidos por decisión de los votantes, con 57 años, y por tanto le correspondía ese papel. Paradójico que aquel movimiento político de hace una década, aquel que parecía renovador, juvenil, utópico y primaveral aporte a la persona con más edad, la que debe presidir la formación del nuevo pleno municipal. Sí que envejecen rápido los movimientos políticos.
Todo por Teófila
La toma de posesión de Bruno García en Cádiz supone la reconquista de la ciudad para el Partido Popular. Es el cuarto alcalde de Cádiz en la democracia tras Carlos Díaz Medina, Teófila Martínez Sáinz y José María González Santos. Sólo el primero, por enfermedad, se ausentó de la histórica sesión, abarrotada de público. El último escoltó a su sucesor hasta el foro y vivió la ceremonia junto a los restantes concejales salientes en lugar preferente.
El retorno del PP a la Alcaldía de Cádiz llega ocho años y cuatro días después de que Teófila Martínez saliera insultada y protegida de la casa consistorial de San Juan de Dios. Lo protagoniza uno de su más aventajados discípulos. Es el que retoma el bastón de mando para los suyos. La cántabra dirigió la ciudad durante 20 años y su salida fue abrupta e inesperada.
La victoria electoral de su pupilo, lograda en los últimos minutos del 28 de mayo y por unos 230 votos, tiene algo de venganza poética para los seguidores de ambos y de su formación. Quizás por eso, tras 48 minutos de imposición de medallas y votación ritual, ya sentado en la presidencia del pleno por primera vez, el nuevo regidor dirigió sus primeros agradecimientos a sus tres precedesores, a todos, pero en especial, a ella.
"A Teófila Martínez, a la que agradezco su amor por Cádiz y su trabajo incansable para esta ciudad. Su trabajo de aquellos años y de ahora. Esta ciudad tiene en ella a la mejor aliada al otro lado de la verja del muelle. Pero permítanme que hoy, como amigo y compañero, le agradezca que pusiera en mi camino esta oportunidad de trabajar por la ciudad a la que amo".
"Querido Juanma"
El segundo gran bloque de reconocimientos fue para el presidente de la Junta de Andalucía. García de León fue una apuesta particular de Juanma Moreno. El de Cádiz es uno de los ocho ayuntamientos de capitales de provincia gobernados ya por el PP. Sin embargo, es de los que no necesita la colaboración de Vox. Esa que siempre violenta, incomoda. Juanma Moreno agradeció esa ausencia en unas breves declaraciones a la salida de la casa consistorial.
La carga emocional que para el Partido Popular de Andalucía tiene la toma de posesión del jerezano, que debutó como concejal gaditano en 2007, quedaba confirmada con la presencia de Juanma Moreno en el público. Entre las grandes ciudades, de Jerez a Granada, de Jaén a Huelva o Almería, eligió Cádiz.
El simbolismo estaba servido: "Querido Juanma, te agradezco tu confianza en mí siempre, tu apoyo constante. Pero sobre todo tu enorme interés por la ciudad de Cádiz —se oyeron risas y murmullos en un sector del aforo—. Conozco bien tu compromiso con esta ciudad, lo has demostrado y lo seguirás demostrando. No tengo duda alguna, serás el mejor aliado de esta ciudad", aseguró el regidor.
Advirtió que "desde el diálogo y el acuerdo, reclamaré a la Junta de Andalucía, como al Gobierno de la Nación, a la Diputación, a Europa y a quien haga falta lo que Cádiz se merece por justicia y por historia".
Sólo se quebró, al borde de las lágrimas y con alguna pausa por la emoción, al recordar "a todas las personas que me han acompañado en este camino. Mi familia, mis amigos y mi equipo". Hizo especial mención a Juan José Ortiz, sobre todo, y a Mercedes Colombo, Carmen Sánchez e Ignacio Romaní, que le acompañaron "desde sus inicios" como edil.
A la oposición: "Saben que mi mano tendida es sincera. Es un empeño. Les espero en el encuentro, en el acuerdo. Les conozco y sé que puedo contar con ustedes"
Durante sus 15 minutos de primer discurso oficial, el nuevo alcalde reiteró su actitud dialogante: "Señor Torres, señor De la Cruz, me conocen. Saben que mi mano tendida es sincera. Es un empeño personal. Les espero en el encuentro, en el acuerdo y en el trabajo leal por esta ciudad. Les conozco y sé que puedo contar con ustedes".
Proyectos concretos
Más allá de las cortesías y los sentimientos, Bruno García dedicó la segunda mitad de su discurso a compromisos algo más concretos, "como construir vivienda pública, protegida y social, a un ritmo que nos permita ofrecer oportunidades a los gaditanos que quieren quedarse y volver".
También mencionó la importancia de la "integración muelle-ciudad" y de "volcar la Zona Franca de manera definitiva". Sin mencionar explícitamente Valcárcel o el regreso de la Facultad de Ciencias de la Educación, añadió que es necesario diseñar e impulsar "una ciudad universitaria que deberá absorber un buen número de estudiantes y profesorado en una zona de la ciudad que no está precisamente sobrada de vivienda", en referencia a La Viña.
Aceptó de forma indirecta reivindicaciones de la izquierda municipal gaditana al proclamar la necesidad de proteger el Parque Natural de la Bahía de Cádiz o de "regular donde haya saturación de vivienda turística".
Además de anunciar las previsibles mejoras en "la limpieza, el cuidado de nuestras plazas, nuestros parques, nuestros jardines, nuestra playa", tuvo inesperadas menciones a colectivos concretos. Desde los dueños de mascotas hasta los mayores que viven en soledad, de los comerciantes a las familias. Ahí llegó el anuncio más llamativo: "El presupuesto municipal incluirá la mayor partida social de la historia de este Ayuntamiento. No podemos fallarle a los gaditanos más vulnerables".
En un claro distanciamiento de recientes anuncios de Vox en distintos territorios, destacó intenciones como la "lucha por la igualdad real entre mujeres y hombres, por seguir luchando contra la violencia machista como este Ayuntamiento lleva haciendo desde el año 2000. También contra la homofobia y las actitudes de odio y discriminación hacia el colectivo LGTBI. Cádiz fue siempre ciudad de tolerancia y eso nunca se debe cambiar".
Otra de sus premisas será "el diálogo con el resto de alcaldes y alcaldesas de las ciudades que formamos parte de la Bahía. Estoy convencido que el futuro pasa irremediablemente por una mayor unión del área metropolitana, especialmente ahora que disfrutamos de estas joyas de infraestructuras como el segundo puente o el tranvía".
Como resumen y remate, aseguró que "Cádiz tiene 3.000 años de historia y ni yo ni nadie puede ni debe cambiarlos. Yo sólo quiero ser útil a mi ciudad. Que el gaditano sienta, desde el Río Arillo hasta La Caleta, que no hay otro bando, otra lucha que no sea la defensa de esta ciudad. Hay una lección: o pelear o quedarse mirándo desde la orilla. Yo ya he elegido una pelea".
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