El retroceso constante de recursos materiales y personales de la sanidad pública en Andalucía es una sensación cada vez más "transversal".
Alcanza a todos los sectores implicados, a los dos colectivos esenciales, profesionales y usuarios. También, por extensión, a todos los sindicatos (hasta cinco coincidieron en la protesta de este jueves), a ciudadanos de toda edad y lugar de residencia.
El malestar crece con cada anuncio que hace la administración responsable, la Junta de Andalucía. Como ejemplo más cercano, el cierre de los quirófanos del hospital de San Carlos durante julio y agosto. En ese centro, sólo una de las tres plantas operativas estará en funcionamiento durante el verano.

A estas incidencias, achacables a obras de mantenimiento, se añade un goteo de retrasos en aperturas (centro de salud del Mentidero, también en Cádiz), las graves limitaciones en grandes hospitales como los de Puerto Real y Vejer o el tradicional cierre vespertino de los centros de salud.
La conclusión general es que el servicio es cada vez menor y peor, cada vez más menguado en favor de unas clínicas privadas que no dejan de abrir en todas las ciudades de la provincia y Andalucía.

La última en Cádiz, de modo ilustrativo, a menos de diez metros del centro de salud El Mentidero de Cádiz, desbordado por la demanda hace años y pendiente de un traslado a nueva sede en la plaza de Mina que nunca llega.
Con estas premisas llegan las vacaciones de verano, los cierres de centros de salud, camas, plantas y quirófanos. Las centrales sindicales temen que la temporada estival de 2025 sea "bastante peor" que la precedente en el sector sanitario público.

Comisiones Obreras, UGT, CSIF, Satse y Sindicato Nacional de Técnicos Sanitarios han coincidido en una protesta ante el hospital universitario Puerta del Mar a las 11 de la mañana de este jueves.
La infrecuente unanimidad sindical provocaba una escena pocas veces vista, la manifestación, con las habituales pancartas y banderas, bloqueaba de forma absoluta el acceso principal, las escaleras, al centro sanitario de referencia.

Tras las consignas y los gritos, con la exhibición de mensajes y eslóganes, los manifestantes llegaron a cortar el tráfico en los cuatro carriles de la avenida frente al Puerta del Mar.
El malestar por la regresión de la sanidad pública en Andalucía y la provincia bloqueó una de las dos principales vías de comunicación entre la ciudad y el resto del territorio.

Las proclamas se centraban en criticar "los recortes, los cierres y la reducción" de servicios sanitarios durante los meses de verano, justo cuando algunas localidades llegan a multiplicar hasta por cinco su población real por efecto del turismo.
Tres de cada cuatro centros de salud cerrarán por las tardes, los contratos "reducidos" en la provincia serán casi 500 y la bolsa de empleo del SAS no se actualiza desde hace, al menos, dos años. Esas son las principales quejas sindicales.
"Que el desmantelamiento no quede impune"
El portavoz de la Marea Blanca por la sanidad pública, Antonio Vergara, fue el primero en tomar la palabra. El médico y activista reclamaba que "el desmantelamiento de la sanidad pública no quede impune" y exigió un refuerzo de personal urgente en el sistema sanitario público andaluz.
La populosa protesta, muy por encima de las habituales concentraciones en el mismo punto, reunió a parlamentarios andaluces como José Ignacio García (Adelante) o a concejales del Ayuntamiento de Cádiz como Helena Fernández, David de la Cruz, Carlos Parada (Adelante) y José Ramón Ortega (PSOE).