Cádiz Resiste alerta de que más de un 10% de la población residente en la capital es turista

La plataforma lamenta que se sigan dando licencias turísticas y señala que en los últimos diez años se ha duplicado el número de hoteles en el casco histórico

María Muñoz, la vecina de Cádiz que estuvo a punto de ser desahuciada, durante la concentración en el Pópulo el pasado mes de junio.

La plataforma Cádiz Resiste ha denunciado en una nota de prensa que en la ciudad haya “cada vez más hoteles y menos casas para vivir” y que, pese a ello, las administraciones públicas siguen "otorgando licencias para nuevos alojamientos turísticos obviando la turistificación que sufre Cádiz".

En este sentido, lamenta que en los últimos meses se hayan disparados los nuevos proyectos hoteleros en la ciudad hasta el punto de que se va a llegar a duplicar el número de hoteles que había hace 10 años en la ciudad, y considera que es “urgente” que las administraciones responsables -señala a Ayuntamiento de Cádiz, Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Junta de Andalucía y Gobierno central- frenen “de inmediato” esta dinámica tan nociva para la ciudad que está expulsando a la gente de sus casas, que está acabando con el comercio tradicional y que se está cargando la vida auténtica e identitaria de Cádiz para convertirla, poco a poco, en un xwgran resort y en un decorado.

"Nos parece escandaloso que se estén anunciando nuevas aperturas de hoteles en una ciudad que ya está saturada turísticamente. Con los nuevos anuncios la ciudad va a duplicar en 10 años el número de hoteles y vamos a superar la cifra de 50 hoteles en Cádiz. Normal que Cádiz pierda población luego si en vez de viviendas lo que hay son hoteles. Urge frenar esta dinámica que es nociva para la ciudad y que expulsa a la gente de Cádiz. Es necesario frenarlo y que no se den más licencias, y que las administraciones tejan una alternativa real a este modelo que devora la vida de las ciudades", apuntan los portavoces de Cádiz Resiste.

Además, la plataforma explica que “hasta el momento ningún partido o administración ha sido capaz de proponer fórmulas lo suficientemente ambiciosas que tengan un impacto real en la vida de las ciudadanas y ciudadanos, perpetuando un vacío que sigue favoreciendo a las grandes corporaciones en detrimento de las personas que habitan Cádiz”.

La plataforma continúa con su trabajo de concienciación, información y sensibilización con distintas acciones y prosigue con su actividad para buscar y encontrar fórmulas, desde el trabajo de calle con vecinas y vecinos, y también con diversos actores políticos y sociales, para frenar esta dinámica reivindicando que se frene la expulsión de vecinas y vecinos de sus casas, y que no sigan proliferando alojamientos turísticos que impiden la utilización de esos inmuebles con carácter residencial para que puedan ser hogares de gaditanos y gaditanas en su ciudad.

Los turistas son más de un 10% de la población de Cádiz 

Cádiz resiste integrada por vecinas y vecinos de Cádiz, comienza así con acciones concretas la lucha por la identidad de la ciudad, de sus barrios, por el derecho a la vivienda residencial en Cádiz frente a la saturación de pisos turísticos –que dispara el precio de los alquileres y de la venta- y  por un modelo basado en el comercio local frente a las grandes franquicias pensadas para el público turista que igualmente eleva los precios de los locales comerciales para emprendedores de la ciudad. 

Entre las reivindicaciones de Cádiz Resiste se encuentran la activación de una moratoria que frene la concesión de nuevas licencias para viviendas turísticas y hoteles en la ciudad durante el próximo año, la puesta en marcha de una tasa turística al objeto de financiar actuaciones pensadas para la gente que vive en la ciudad, un incremento de la tasa de recogida de residuos y del IBI para las viviendas con fines turísticos y hoteles, así como una persecución real de las viviendas con fines turísticos ilegales que existen en la ciudad.

Según datos aportados por la plataforma, la ciudad de Cádiz cuenta en la actualidad con plazas para más de 15.000 turistas en la ciudad en diversos alojamientos turísticos, lo que supone más de un 10% de su población residente. A ello hay que unir los más de 600.000 cruceristas que recibe al año y que convierten a la ciudad en el municipio español que más cruceros recibe por habitante (6 a 1), y todos aquellos que se alojan en viviendas que no están incorporadas en los registros oficiales, que son ilegales y que aumentan también la saturación turística en la ciudad. Y todo, además, contando con que existe una especial concentración de la saturación turística en el casco histórico de Cádiz, provocando una situación que es ya insostenible.

Los precios de la vivienda residencial se han disparado debido a esta realidad turística, y de hecho se han encadenado este año varios récords de precios de alquiler y de vivienda en la capital gaditana, un dato que evidencia que se está expulsando a la gente de la ciudad y está imposibilitando la vida residencial en ella desde la adquisición de la vivienda o un alquiler por años. De hecho, Cádiz es por ejemplo la capital de provincia española con mayor porcentaje de alquiler por temporada. 

Cádiz Resiste considera muy nocivo el modelo de especulación que se está dando en la ciudad de Cádiz, que está expulsando a cada vez más gente que reside en la ciudad al convertir un derecho como la vivienda en un bien de mercado y que encuentra en la explotación turística su principal eje. 

Así, llama a las administraciones públicas a actuar con celeridad, decisión y valentía ya que son innegables los impactos negativos de la actividad turística en el acceso a la vivienda, en la progresiva precarización laboral, en la contaminación ambiental y la destrucción de ecosistemas, en la desaparición de comercio necesario para la vida cotidiana, en la sobrecarga de servicios públicos y en la masificación del espacio y el transporte públicos, entre otros asuntos. Todo ello merece una respuesta conjunta por parte de la ciudadanía y de las administraciones, que de momento han mostrado una dejadez sonrojante a la hora de abordar la realidad del problema y encontrar una solución real desde alternativas concretas.