Cuatro de las cinco hermandades que iban a realizar su estación de penitencia el Domingo de Ramos en Cádiz tuvieron que quedarse en sus templos. La previsiones de lluvia se cumplieron y sólo la cofradía del Despojado se aventuró a salir, aunque sin poder hacer todo el recorrido.
Fue una jornada en la que se intentó desafiar a los partes meteorológicos, pero en la que finalmente se impuso el sentido común. La Borriquita, Las Penas y Humildad y Paciencia anunciaron desde un primer momento que no estaban dispuestos a correr riesgos. Sus juntas de gobierno no dejaron dudas y anunciaron con antelación que no estaban dispuestos a luchar contra los elementos viendo cómo eran las previsiones.
La Sagrada Cena quiso apurar algo más y pidió 45 minutos para decidir. Llegó a salir el cortejo fuera de Santo Domingo, pero finalmente tuvo que claudicar viendo el cariz que estaba tomando la tarde en cuanto a las lluvias aseguradas.
El Despojado sí estaba dispuesto a desafiar a la lluvia y al barro. Se puso en la calle a un buen ritmo, pero llegó un momento en el que no tuvo más remedio que replantearse la primera decisión. La intención inicial era regresar a Salesianos acortando camino, pero la junta de gobierno optó finalmente por quedarse en Catedral.
Pasadas las siete de la tarde ya se había terminado un Domingo de Ramos que se intuía imposible por la alta probablilidad de lluvias. Este lunes todo apunta a que habrá precipitaciones por la mañana y que el día se irá abriendo con el paso de las horas, pero no hay seguridad de que se pueda disfrutar de un Lunes Santo en su plenitud.
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