Por fuera puede parecer un museo más. Una reconstrucción sobre un palacete, el de los Marqueses de Recaño levantado en el siglo XVII. Pero en realidad es un símbolo de la pequeña historia de la política municipal en Cádiz durante los últimos diez años.
La Casa del Carnaval de Cádiz fue inaugurada el pasado 4 de mayo con Adelante aún en el poder. Apenas cinco meses después, el nuevo grupo de concejales al mando (mayoría absoluta del PP) declara ese recinto como una especie de ruina, como una chapuza integral, llena de vacíos, desperfectos y omisiones.
La, por entonces, concejala de Fiestas, Lola Cazalilla, y el exalcalde, José María González Santos, Kichi, encabezaron la comitiva de presentación hace menos de medio año. La apertura se produjo deprisa y corriendo porque a las tres semanas llegaban las elecciones municipales.
El recinto fue inaugurado a tres semanas de las últimas elecciones municipales con plantas enteras vacías, sin fondos audiovisuales ni bibliográficos, tienda ni cafetería
Las plantas superiores (biblioteca, videoteca y archivo de audio) completamente vacías, la ausencia de tienda y bar o lo exiguo del espacio expositivo activo demostraron a los primeros visitantes que la apertura era forzada por intereses políticos previsibles y comunes a todos los partidos.
Este recinto, llamado popularmente "museo", era la bandera política del exalcalde. Ningún otro equipo municipal anterior había considerado tan exclusivamente propio el Carnaval. Ningún otro alcalde como González Santos había sido considerado tan exclusivamente suyo por el influyente mundillo del Carnaval.
Esta asociación, parte esencial del éxito electoral de Kichi en 2015 y 2019, debía producir hechos concretos, tangibles. La Casa del Carnaval era uno de ellos. Además del desmesurado protagonismo del Carnaval (especialmente el Concurso del Falla) en la actividad municipal cotidiana, varios ediles y asesores procedían directamente de ese sector tan amplio. Bien como intérpretes, chirigoteros callejeros o destacados aficionados.
Después de muchos anuncios fallidos, las obras comenzaron en agosto de 2020. La fase de rehabilitación tuvo un coste de 1,8 millones de euros. A ese montante había que añadir la fase museística. En mayo de 2023, a una semana de la campaña electoral, a tres de las elecciones municipales de 2023, abría sus puertas de forma parcial y precipitada el equipamiento que materializaba el matrimonio ayuntamiento-carnaval.
En la teoría, y en la práctica, el fruto de esa unión aportaba a la ciudad un gran atractivo turístico y cultural, colindante con otro como la Torre Tavira, además. En segundo término, una sede para estudiosos, coleccionistas, historiadores y curiosos.
Los desperfectos en la obra recién inaugurada tienen un coste de 188.700 euros según las concejalas de Patrimonio y Fiestas
El efecto del poderoso vínculo entre fiesta grande y casa consistorial, sin embargo, falló en las últimas elecciones generales. Pese a exagerar esa asociación durante ocho años, el partido del alcalde y antiguo comparsista perdía la mitad de los votos, casi la mitad de los concejales y, en el descuento, la opción de renovar sus opciones de gobierno con el PSOE. El lema "son de los nuestros" había dejado de funcionar.
El equipo del alcalde Bruno García tomaba el relevo decidido a subrayar todavía más otro lema político diferente, con el mismo riesgo de caer en la exageración y la exclusión, como en el caso de Kichi con el Carnaval.
Para los populares, ese leit motiv es que el exalcalde (2015-2023) y los suyos serían todo lo carnavaleros, cercanos y bienintencionados que se quiera pero su lentitud, torpeza técnica e inexperiencia administrativa ralentizaban proyectos y deterioraban servicios básicos como la limpieza o el transporte público.
Esos dos eslóganes chocan de forma evidente y frontal en la Casa del Carnaval. El Ayuntamiento anterior la impulsó y presentó como su obra máxima. Dos nuevas concejalas la declararon ayer ejemplo máximo de gestión deficiente, casi desastrosa.
La denuncia de las dos ediles del Partido Popular
La delegada de Cultura y Patrimonio, Mayte González, y la de Fiestas, Beatriz Gandullo, fueron las protagonistas de este nuevo episodio. En la víspera, el portavoz de Adelante Izquierda Gaditana, David de la Cruz, las había acusado de paralizar el funcionamiento de este esperado museo.
González y Gandullo aseguran que los desperfectos encontrados en la Casa del Carnaval son numerosos y cuantiosos. Tanto que obliga al Ayuntamiento a ejecutar la fianza sobre la empresa constructora encargada de los trabajos, actualmente en concurso de acreedores según la primera de las ediles.
"La Casa de Carnaval no se encuentra a pleno rendimiento por una serie de motivos. Primero: destacar las múltiples deficiencias constructivas que nos hemos encontrado, pendientes de subsanación. El aire acondicionado no se puede poner, hay aseos fuera de servicio, filtraciones de agua visibles en numerosos lugares, incluso en la escalera principal, humedades... Todos estos daños están valorados en 188.700 euros, según la Delegación de Urbanismo", comenzaba Mayte González.
Esa situación, según la concejala, ha obligado a ejecutar "la garantía" o fianza que se cobra a toda constructora que realiza una obra pública. Con ese dinero retenido, que supera la cantidad necesaria para las reparaciones, según aseguró, deben arreglarse directamente o contratar a otra empresa que lo haga. Las dos ediles aseguraron que los trámites ya están en marcha y confían en que los fallos puedan ser subsanados antes del próximo Carnaval, en febrero de 2024.
"Lo primero que hicimos cuando llegamos fue preguntar qué presupuesto había para personal, limpieza, exposiciones o actividades. Intervención nos dijo que cero, nada"
Otro de los grandes errores heredados, según esta versión, es que la Casa del Carnaval "no estaba dotada de un presupuesto por parte del equipo de gobierno anterior. Lo primero que hicimos cuando llegamos fue preguntar a Intervención con qué presupuesto contábamos y nos dijeron que era cero. Ni de mantenimiento, ni de limpieza, ni de personal, ni para exposiciones o actividades, nada".
El último bloque de la denuncia de los nuevos gobernantes municipales habla de la falta de contenidos. La Casa del Carnaval abrió, y así sigue, con una exposición permanente explicativa de la historia y características de la fiesta gaditana. También con una temporal dedicada al maestro de los exornos y la artesanía Antonio Accame. Nada más. Ni archivos, en forma de grabaciones audiovisuales, ni bibliografía.
Para reforzar ese aspecto fundamental, Gandullo y González aseguraron que han iniciado negociaciones con el Aula de Cultura del Carnaval para el posible traslado de parte de sus fondos, considerados los más amplios y completos en la fiesta gaditana. "Son necesarios para esta causa", declararon tras afirmar que varias entidades esenciales se habían quedado fuera de los acuerdos para estar representadas en el palacio de los Marqueses de Recaño.
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