Cinco años sin el capitán ni su veneno dan para mucha risa y un susto final: ¿qué le pasa al carnaval?

Un debate festivo y una misa pagana ante el teatro Falla conmemoran el quinto aniversario de la muerte de Juan Carlos Aragón, un autor descomunal y chocante que anticipó el temor por la deriva de la fiesta

Homenaje a Juan Carlos Aragón.

El 17 de mayo es un día terrible para los fanáticos del carnaval de Cádiz, agrupados irremediablemente alrededor de la comparsa y su solemnidad estomagante.

Ese día, en 2019, falleció a los 51 años Juan Carlos Aragón Becerra. Epítome del autor deslumbrante, impactante y cargante, polémico y renovador, creativo y contradictorio.

La fiesta de la copla le recuerda como lo que fue, una excepción histórica, magnética y prolífica, llena "de gamberrismo y macarrismo, de calle, todo mezclado con talento, erudición y cultura", acertó a definir uno de los participantes en el debate público en su honor, Miguel Ángel García Argüez. "Esa combinación no se había conocido antes", añadió.

Javi Bohórquez y Selu García Cossío, durante el coloquio en la Casa del Carnaval.  REYNA

Aragón fue una levantera que duró casi 30 años. Se levantó en los primeros años 90, la década de oro de la chirigota, para crear -como sólo pudo hacer El Noly- los pasodobles más memorables, sencillos, emocionantes, cantables y melódicos de la modalidad. Esos que todavía sueña con reproducir su hija más joven, la comparsa.

Ambas modalidades las modificó en dos etapas distintas pero igualmente célebres y populares, quizás para dos públicos distintos. En ambos casos, las cambió -por evolución- para siempre con su imponente presencia.

Lo consiguió de una forma involuntaria y altanera, muy personal, diferente. Con una actitud y una capacidad asombrosas e irritantes que despeinaron a los biempensantes e inspiraron a los malpensados.

Cinco años dan perspectiva. Para observar con claridad un pueblo, una ciudad, un mar, hasta un planeta, hay que alejarse. Un lustro es suficiente distancia para ganar criterio y ligereza, para poder reír a gusto con el recuerdo de una personalidad tan admirada como imitada, tan denostada como chocante.

La Casa del Carnaval acogía este viernes de recuerdo y aniversario una mesa redonda con rostros muy conocidos de la fiesta. Mirian Peralta y Manolo Casal como representantes de los medios, la televisión.

El mencionado Chapa, Selu García Cossío y el mayor colaborador del fallecido autor en su última etapa, Javi Bohórquez, por parte de autores e intérpretes.

Desde el arranque, en un patio central pequeño y atestado, los testimonios giraron hacia el humor. Todos recordaban a Juan Carlos Aragón con un reguero de citas y sucedidos que festejaban su carácter volcánico. Jamás fue otro ladrillo en la pared por más que, a veces, apeteciera estamparle uno, dejaron caer.

"Era la única persona del carnaval a la que yo le admitía que fuera pedante. Con los demás no lo aguanto. Pero con él, cuanto más pedante, más me gustaba. Cuando se ponía pedante, yo lo veía hasta más guapo", terció Selu entre la carcajada general.

Casal destacó su carácter provocador con la evocación de un "cuplé de Las ruinas romanas en el que se metía con el Rocío de una forma que no se había oído nunca. Una cosa tremenda".

Aficionadas, ataviadas con el gorro de 'Capitán Veneno', en el encuentro celebrado ante el Gran Teatro Falla.  REYNA

La copla, detalló, "utilizaba una campaña publicitaria de la época, muy conocida. Aquello fue terrible por polémico. Pero le daba igual. No le importaba exponerse, con la iglesia, con el Rocío, con lo que fuera. Gran poca vergüenza".

Bohórquez reforzó la idea. Le ponía epatar. Cualquier cosa menos pasar desapercibido. Si algo impactaba, a la siguiente ocasión hundía el dedo en la herida del ofendido hasta el codo.

Si un cuplé "al nabo o a la suegra" había pegado en un carnaval anterior, al año siguiente aparecía en los ensayos "con ocho sobre el mismo tema. Teníamos que decirle que no podía ser, que había que variar, llevar letras diferentes de distintos temas". Otra risotada general.

Aragón fue un autor que mantuvo un vínculo "de amor-odio" con casi todo y con casi todos. Casal admite que le calentó la oreja con grandes rajadas sobre el papel de la televisión, su influencia, en la fiesta gaditana.

Los miembros de la última agrupación para la que escribió, sobre el tablao de Fragela.  REYNA

Osado como era, cuando su popularidad creció y sus presencias en pantalla se multiplicaron, llegó a decirle al presentador de Canal Sur segundos antes de entrar en directo: "Te estoy utilizando".

En la grabación de otro programa se coló "maquillado de casa, muy maquillado". Cuando Casal le preguntó por la cuestión, le dijo: "Aquí no tenéis ni maquilladores y yo no voy a salir mal en la tele".

Mirian Peralta, sin pretenderlo y con honestidad, introdujo un giro que acabó con las risas que presidieron la primera mitad del encuentro. Recordó lo crítico que el fallecido autor fue con el efecto de la televisión en la fiesta.

La presentadora, en el concurso del Falla y en este debate, se preguntó en voz alta cómo habría vivido el siguiente paso: la deriva provocada por la revolución digital, por el consumo universal y la difusión instantánea de las coplas y su entorno a través de las redes sociales.

En ese momento, el tono cambió. Con la participación de varios espectadores, los convocados alrededor del recuerdo de Juan Carlos Aragón se preguntaron qué le pasa al carnaval de Cádiz.

García Argüez y Manolo Casal, durante el encuentro previo a la concentración en la plaza Fragela.  REYNA

Quizás sea lo mismo que a cualquier manifestación cultural, a cualquier espectáculo, a la sociedad actual entera: una brutal hinchazón de contenidos, comentarios, atención, participantes e interesados como nunca se ha conocido. Todo, a la vez, en todas partes y, sobre todo, en la pantalla del móvil.

Ahí aparecieron mensajes sombríos y preocupados por la evolución de la fiesta gaditana. "Las redes sociales, internet, lo condicionan todo. Han elevado la exigencia de una forma que cuesta soportar". Llegaron a oirse palabras como "declive".

Selu: "El carnaval está en la peor de sus etapas histórias, al menos, en las que he conocido y llevo 44 años"

Selu García Cossío lanzó una confesión que dejó helado al auditorio: "Existe un gran deterioro. Como muchos autores, me he planteado dejarlo. El carnaval está en la peor de sus etapas históricas, al menos en las que he conocido y llevo 44 años saliendo".

"Hay una sobrexplotación", coincidieron. Uno de los rostros más conocidos en las retransmisiones y programas carnavalescos de Canal Sur incluso se atrevió a poner en cuestión el efecto del medio que le ha dado celebridad y carrera.

"Tenemos que preguntarnos dónde estábamos antes de que llegara la tele. El primer concurso en cuya retransmisión participé duraba 12 días. Ahora dura más de 30. Quizás el concurso va por un sitio distinto a los horarios y los hábitos de consumo que ahora tiene la gente".

Su arrebato de sinceridad le llevó a proponer a responsables municipales, de la organización y autores, componentes "encerrarse un fin de semana en un hotel para ver qué vamos a hacer. Como hacen las empresas. Discutir qué se puede hacer por reverdecer, por regenerar. Algún año hay que pararse".

Algunas de las coplas más recordadas de Aragón volvieron a sonar con motivo del quinto aniversario de su muerte.   REYNA

Otros testimonios aseguraban que el carnaval, como otras muchas actividades, ha sido "atropellado por el mundo digital, por internet y las redes. El móvil está hiriendo de muerte" a la fiesta, llegó a oírse desde los micrófonos.

García Argüez, quizás impresionado por el tono lúgubre que tomaba la conversación abierta, medió con algo parecido a la esperanza: "Son ciclos, son épocas, siempre ha sucedido. Llegará el momento en el que aparezcan nuevos autores y empiece una etapa nueva, seguro".

Lleno ante el Gran Teatro Falla

A la cita en la Casa del Carnaval, junto a la Torre Tavira, le siguió un encuentro al aire libre en la plaza Fragela, frente al Gran Teatro Falla. Muchos minutos antes de que comenzara ya eran más de 500 los aficionados que esperaban el homenaje anual a Juan Carlos Aragón.

Como dijo Javier Bohórquez en la presentación, de los primeros aniversarios "clandestinos", los cuatro anteriores, se ha pasado a un acontecimiento más organizado, casi oficial. Un tablao y micrófonos, en la zona más cercana a la Facultad de Medicina, esperaban a los miembros del último grupo de Aragón.

En ese escenario, cada vez menos improvisado, volvieron a sonar algunas de las mejores coplas del autor fallecido hace cinco años. El credo fue el momento cumbre, como suele, y las voces fueron más, con algunos invitados como Carmela Tizón, Jona, Paella o Vito.

Los besos al cielo, los mensajes de amor y recuerdo, las flores que su viuda y su hijo depositaron en la puerta del teatro, los pasodobles, los cuplés y las cuartetas de popurrí, todas las emociones se sucedieron durante más de una hora.

Sonaron Un amigo es un amigo, Yo no soy carnavalero, Si caminito del Falla y Si Cádiz por fin fuera cantón independiente. Reaparecieron sin tipo Los condenaos, La sereníssima y Los yesterday. Se plantó por allí una letra inédita de Los peregrinos, con Manolín Santander a la guitarra.

La mencionada plegaria de Los peregrinos fue el cierre a una misa pagana que ya había reunido a más de mil feligreses. Algunas cosas nunca cambian. Lo mejor del chirigotero y comparsista -vivo o muerto como dirían los carteles de Kadi City- siempre serán sus coplas, imbatibles, las que siguen vivas cada 17 de mayo y el resto de los días del año.

Sus familiares, sus amigos, sus seguidores, su viuda y su hijo pudieron comprobarlo de nuevo. Aunque nadie tenía la menor duda. Han pasado cinco años como si fueran cinco minutos. Cuando pasen 50 será igual. Que se lo digan a los grandes autores que se fueron antes.

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