“Cuando uno que ha realizado carteles de varias capitales y sabe lo difícil que es llegar a una gran mayoría, es una alegría saber que muchos gaditanos se han visto identificados con el cartel de su Semana Santa”. Así evalúa Raúl Berzosa el impacto que ha tenido el cartel que ha pintado para Cádiz, obra que ha merecido excelentes críticas y mejor acogida a escala popular.
No en vano, el Consejo de Hermandades eligió a un artista de reconocido prestigio y cuya fama traspasa fronteras, además de acumular una importante obra de carácter sacro, tanto en cantidad, como en calidad. De hecho es uno de los ‘preferidos’ en El Vaticano, donde cuelgan numerosas obras suyas, como el sello por el 80 cumpleaños del Papa Francisco en el 2016, la Pascua de Resurrección 2022 y 2023, numerosos retratos de sumos pontífices y cardenales para las distintas galerías de los Dicasterios… un trabajo que le llevó a ser nombrado Académico Honorario de la Pontificia e Insigne Academia de los Virtuosos en el Panteón de Roma.

En declaraciones a lavozdelsur.es, el artista malagueño sitúa el cartel de Cádiz como “una obra más madura, tanto técnica, compositiva y tipográficamente con respecto a las pinturas realizadas para capitales como el de Sevilla en el 2015, Málaga 2017 o Córdoba 2019, que, por otro lado, es normal, y significa que voy aprendiendo de mis errores”.
"Es una obra más madura tanto técnica, compositiva y tipográficamente, lo que significa que voy aprendiendo de mis errores”
Recalca que es uno de los carteles más destacados que ha realizado, “debido a esa madurez que comentaba y la libertad absoluta a la hora de poder ejecutar la obra, también la Semana Santa de Cádiz ha ayudado a hacer esto realidad”.
El Cristo de la Humildad y Paciencia ocupa el centro de la composición. En ella Raúl expresa “la doble naturaleza de Cristo, la humana y la divina, y también sobre lo profano y lo sacro; la Humildad y la Paciencia son virtudes representadas en el Señor en ese momento clave de la Pasión, la espera a ser elevado en la cruz”.

Abunda en esta reflexión en la lectura que ofrece “un Jesús humano, tras Él, el León de Judá, nombre con el que se conoce a la Tribu de Judá en el Antiguo Testamento”, recordando el pasaje en el que Jacob da un discurso profético a cada uno de sus hijos, “cuando llegó a Judá, él dijo que uno vendría de esa tribu y reinaría para siempre. Jacob usó la metáfora de un león para referirse a este gobernante, a Jesús se le llama ‘el León de Judá’ porque Él es el cumplimiento de esa profecía”.
Así lo justifica el artista para quienes en un primer momento no entendieron la presencia de ese animal y otros elementos en una composición en la que se ven varios detalles propios de la Pasión del Señor y que pertenecen a Imágenes de los distintos días de la Semana Santa gaditana como la corona de espinas del Nazareno de los Afligidos, la caña del Ecce Homo, la Columna del Cristo de la Columna y la cruz del Regidor Perpetuo de Cádiz.
“Tras el rostro del Señor, el sol y la luna, estos símbolos que acentúan lo divino y lo humano surge principalmente en la edad media”. Raul Berzosa asegura que su cuadro es reinterpretar el escudo de Cádiz, “el cual se convierte en Semana Santa en sacro”. Tuvo las manos libres para ejecutar el encargo, “el presidente del Consejo no sabía nada de cómo sería, ni siquiera le enseñé el boceto previo que suelo hacer para realizar las pinturas, por lo tanto, la pintura es cien por cien de cosecha propia.
"El presidente del Consejo no sabía nada de cómo sería, ni siquiera le enseñé el boceto previo"
No oculta que le satisface enormemente que “cada vez que en el Vaticano se utiliza alguna pintura mía para uno de los libretos de las ceremonias del Santo Padre o realizo algún encargo para ilustrar, por ejemplo, algún sello editado por la Santa Sede, es un auténtico honor”. Su último trabajo para la sede pontificia fue entregado y presentado en diciembre, un retrato del Papa Francisco encargado para la Pontificia Academia Eclesiástica en Roma.

“Haber conocido a dos papas personalmente, como pintor y como católico, son de los momentos más importantes de mi carrera”, subrayó. El pintor considera que esta realidad que vive como artista no se debe solo al talento, “también a la cantidad de horas de trabajo que hay tras tantas pinturas, seguramente tiene incluso más peso.
¿Qué debe tener el arte sacro para que sea capaz de mover sentimientos? A esta cuestión, Berzosa explica que siempre busca “que la pintura transmita mis creencias como católico al espectador de la obra, que haya una interacción, que la obra sea útil, es decir, no ver solamente una obra bella o una pintura que pueda ser fría, sino que esa belleza como dijo el Papa Benedicto XVI sea un camino para encontrar a Dios”.
“Haber conocido a dos papas personalmente, como pintor y como católico son de los momentos más importantes de mi carrera”
El trabajo no para en el taller del malagueño. El pasado año concluyó un proyecto de tres lienzos de gran formato para la Catedral del Sur en Pekín, China, “ahora voy a realizar una obra más para esta iglesia, estoy realizando bastantes retratos y distintas pinturas para diferentes países, además, en breve comenzaré un par de proyectos con numerosas pinturas para Estados Unidos”.