Las críticas por el exceso de nuevos hoteles suceden a las protestas contra los pisos turísticos en Cádiz

La reactivación de proyectos atascados en el estadio, Campo de las Balas y Puerto América, el anuncio de tres nuevos en el centro y de dos en Extramuros se suman a los iniciados en Alameda, estación ferroviaria y 'Pirulí'

Imagen aérea del edificio sobre el que vuelve a proyectarse plazas hoteleras en la Punta de San Felipe de Cádiz.

Mientras el gobierno municipal de Cádiz, la oposición y grupos de vecinos se afanan en el debate sobre el exceso y los excesos de los apartamentos turísticos, con amagos de desahucio incluidos, por retaguardia aparece por sorpresa, sin ruido, un batallón de hoteles.

El debate sobre el modelo y el impacto turístico en Cádiz, como en medio mundo, no tiene fin. En el inicio de otoño ha pasado de los pisos, regulados o ilegales, que ofertan por centenares empresas privadas y particulares a iniciativas público-privadas para crear hoteles, medianos o grandes. Se anuncian obras y aperturas sin cesar.

"¿La oferta no estará superando a la demanda? En Cádiz no hacen falta más hoteles, el sector está colmatado"

Tal es la situación que el portavoz socialista en el pleno, Óscar Torres, preguntaba este miércoles al alcalde, Bruno García, si "la oferta no estará superando a la demanda" en el terreno hotelero. "En Cádiz no hacen falta más hoteles, el sector está colmatado".

Una plataforma de vecinos, El Campo de las Balas no se vende, con las asociaciones más populosas del casco antiguo dentro, se opone a la construcción de un establecimiento en el espacio que separa paseo Santa Bárbara y castillo de Santa Catalina.

Estas reacciones llegan después de que en la presente década, la ciudad haya visto multiplicada su planta hotelera disponible o en construcción. Fincas antiguas, rehabilitadas y con encanto están en obras o abiertas al público como hoteles en Alameda (tendrá cinco estrellas), calle Sagasta con callejón del Tinte (Aurea) o Cánovas del Castillo (Casa Cánovas).

Fachada del Playa Victoria, un establecimiento clásico. Cádiz multiplica por dos su planta hotelera.  MANU GARCÍA

De forma paralela, la cadena Barceló confirma la construcción de un hotel de cinco estrellas entre la estación ferroviaria y el perfil amurallado de la Cuesta de las Calesas. El grupo Ilunion-ONCE ha comenzado la obra de otro, cuatro estrellas, en la estructura que fuera Pirulí de Telefónica, sobre la playa de Santa María del Mar.

También está en marcha la construcción de un establecimiento de cuatro estrellas, impulsado por el grupo granadino Luna, en una zona de la tribuna principal del estadio Nuevo Mirandilla. Este proyecto ha estado diez años paralizado por la imposibilidad de encontrar comprador para este espacio municipal.

Hoteles Q, grupo de origen marbellí con amplios intereses en Tarifa y Barbate, ya abrió su gran centro hotelero en lo que fuera residencia Tiempo Libre hace dos años, exactos en diciembre.

Hasta el encasquillado proyecto de la Casa del Almirante, en la plaza central del barrio del Pópulo, ha recuperado las obras tras dos décadas de parones financieros y cambios de manos.

Todos estos anuncios no resultan suficientes para el Ayuntamiento de Cádiz o la Autoridad Portuaria (gobernados por el PP) aunque parece que sí para varios grupos vecinales, asociaciones y oposición.

El gobierno local, a través del delegado de Urbanismo, anunciaba esta misma semana que la iniciativa de acoger un hotel en el Campo de las Balas sigue adelante y que ni siquiera será necesario recurrir a una solicitud de créditos para financiarla.

Entorno de la estación Renfe, con el 'Pirulí' de Telefónica al fondo. En ambos espacios avanzan hoteles de gran capacidad.

Esa misma jornada, la Autoridad Portuaria volvía a sacar a licitación un hotel de cinco estrellas en el edificio abandonado de Puerto América, en la Punta de San Felipe. El anterior proyecto, en el mismo espacio, quedó paralizado a primeros de año por la renuncia del grupo inmobiliario AyC Homes, presuntamente quejoso por la lentitud y las trabas burocráticas.

Reaparece, aunque desde el punto de partida y con años de margen por delante, la idea para dar uso hotelero a 19.800 metros cuadrados construidos y abandonados en 1992. La idea, siempre atascada, es que acoja un recinto de lujo. El proyecto anterior, por ejemplo, contaba con piscinas, gimnasio, balneario o zona de hostelería y ocio.

Con horas de diferencia, un grupo inversor privado, Magnum Hotels, anunciaba un nuevo hotel de tres estrellas en un barrio sin apenas establecimientos de este tipo, Santa María. Estará en calle Sopranis, tendrá tres estrellas y, por supuesto, piscina en la azotea. 

Sin salir del casco antiguo, a este último proyecto se suma un hotel de pequeño tamaño, de cuatro estrellas, en la calle Rosario y otro en la contigua de Cánovas del Castillo para otro hotel de escasas dimensiones, en una finca tradicional.

Zona donde irá situado el hotel del estadio Nuevo Mirandilla de Cádiz, ya en obras.

En Extramuros, las previsiones confirmadas son similares. La firma Vervain Ibérica S.L solicitaba este mes de octubre la construcción de otro hotel en el recinto exterior de la Zona Franca. Contaría con 103 habitaciones y empezará a construirse dentro de seis meses, en verano de 2025.

La empresa Desarrollos Inmobiliarios Ortiz Miranda, proyecta un nuevo hotel con piscina en el solar ubicado en el número 15 de la avenida de Portugal.

El resultado de la suma de todos las aperturas desde 2022 y de los anuncios de nuevas inauguraciones supone que la ciudad duplicará en esta década su capacidad hotelera de alta gama (tres, cuatro y cinco estrellas).

El incremento total cuando la década esté cercana a su fin, a partir del año 2028, superará el 100% tras un recuento que aporta más de 700 nuevas camas. La ciudad ya tenía otras tantas, por lo que alcanzará un total de 1.500 cuando tiene menos de 115.000 habitantes. Y bajando.

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