Es habitual escuchar que el gaditano nace donde le da la gana. Es una frase que habitualmente se asocia al fútbol o al carnaval. Pero la Semana Santa también es parte del día a día del gaditano y, en algunas ocasiones, nos lleva a lugares inesperados. El Ayuntamiento de la ciudad ha querido promocionar la fiesta que comienza esta semana con un protagonista muy peculiar. Su nombre es Emil y nació a miles de kilómetros del barrio de Santa María.
Armenio de nacimiento y gaditano de adopción, él no oculta sus orígenes. "Nací entre montañas y monasterios en Armenia pero con 15 años emprendí otro camino". Ese camino le llevó a la Tacita de Plata, aunque su idea simplemente era viajar a España y encontrar algo que le recordara a casa. En Cádiz, no obstante, encontró una señal.
El convento de Santa María conserva una serie de azulejos que sorprendieron a Emil en su visita porque están escritos en su idioma materno. "Sentí que el destino me había traído hasta aquí y me hice hermano de su hermandad. Así conocí al 'Greñúo'. Vestir la túnica, colgarme la medalla, sentir el sonido de los tambores, las cornetas, las horquillas o ver los varales del palio meciéndose como las olas del Campo del Sur".
Trabajador del Cádiz CF
La globalización también le permitió trabajar en el Cádiz CF como intérprete ya que el conjunto amarillo tuvo en sus filas a Haroyan, también armenio. "He vivido tardes inolvidables en el estadio y noches aún más especiales en la Madrugá. Cádiz tiene un compás único. De ella me gusta todo: sus calles, sus playas, su gente, su manera de vivir. Es una ciudad que te atrapa. Yo también soy un enamorado de Cádiz", afirma haciendo referencia al eslógan que el Ayuntamiento presentó en Fitur.