La plaza de la Catedral y la calle Ancha de Cádiz ya lucen dos desfibriladores, una medida que busca la cardioprotección de los vecinos y los turistas. Estos lugares públicos ubicados en pleno casco histórico ya cuentan con estos equipos que permiten realizar una intervención en caso de emergencia cardiaca.
"Pueden ayudar a salvar vidas", expresa la Asociación Cardiaca Trebol de Corazones que valora este proyecto para conseguir que Cádiz sea una ciudad cardioprotegida.
Según explica en sus redes sociales, estos desfibriladores, que fueron donados a la ciudad de Cádiz por la Fundación Andaluza de Cardiologia, "estaban guardados en nuestra asociación y pendientes de instalar desde hace más de 10 meses sin que el anterior equipo de gobierno tuviera interés en colocarlos".
El alcalde Bruno García y la presidenta de la asociación, Araceli Rodríguez estuvieron presentes en el acto de inauguración de este servicio que se instala en sitios de alta afluencia de personas.
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