La falta de personal y el descanso dominical vuelven a tensar la misma cuerda en los astilleros de Cádiz

Los sindicatos creen que el convenio contiene herramientas para trabajar los siete días pero hay que contratar y pagar más. La patronal dice buscar de forma desesperada mano de obra cualificada en la provincia

Manifestación de los trabajadores de los astilleros de la Bahía de Cádiz, en una imagen de archivo. MANU GARCÍA

El astillero de Cádiz, Navantia, vuelve a la tensión, aún larvada. El germen del conflicto es el mismo desde hace diez años pero en cada brote con síntomas más acusados: las condiciones de trabajo y la capacitación de la mano de obra.

El penúltimo roce nace de una situación sin resolver desde hace tres años, entre noviembre y diciembre de 2021, cuando dos semanas de huelgas e incidentes dejaron las diferencias entre trabajadores (especialmente de las empresas auxiliares) y la patronal en carne viva.

Padre e hijo observan con prismáticos el mayor crucero del mundo atracado en Navantia.  GERMÁN MESA

La última mecha la ha encendido este mes de diciembre una compañía naviera, Carnival. Representantes de la empresa de cruceros -el astillero de Cádiz está centrado en su reparación y mantenimiento- lleva semanas manifestando su preocupación por el incumplimiento de plazos en las tareas encargadas.

La principal inquietud está centrada en que las plantillas, de Navantia y muchas auxiliares, no trabajan los domingos desde que comenzó diciembre. Esta situación, según Carnival, puede provocar retrasos en la entrega de los trabajos. Tiene tres encargos previstos a lo largo del año que está a punto de empezar.

Carnival tiene previsto traer a Cádiz en 2025 sus barcos Liberty, Valour y Miracle. También está programada la escala técnica de dos buques militares, Cartagena y Tofiño o de grandes cruceros como Allure of the Seas, Freedom of the Seas y Wind Spirit, entre otros muchos encargos de menor volumen.

Los tres primeros estarían en peligro si la naviera mantiene el órdago anunciado. El temor en el sector naval, sin distinciones, es que el resto de la programación -de forma parcial, siquiera- pueda seguir el mismo ejemplo

Si no cambia el panorama, dicen los navieros de Carnival, se llevan sus barcos a muelles franceses que sí les ofrezcan garantías, como el atlántico de Brest y el mediterráneo de Marsella.

Los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, admiten que descansar los domingos es una decisión tomada para mejorar "la conciliación laboral", especialmente en las pequeñas firmas auxiliares.

Otro sindicato, con representación en el comité de San Fernando, Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM), acusa a la patronal de mantener plantillas demasiado cortas para crear turnos que permitan trabajar los domingos, para que la faena esté activa por rotación durante los siete días de la semana.

Este colectivo resume la situación de forma directa: "O se trabaja como esclavos o el cliente se va". CTM defiende que aplicar las normas del actual convenio colectivo podría servir como solución. 

"El convenio tiene los mecanismos suficientes para adaptarlo a las circunstancias concretas de cada astillero. Es innecesario inventar un convenio con diferentes retoques por la incapacidad de lograr que se respete el actual".

"¿Por qué no se impide también trabajar los sábados? ¿Por qué no prohibir radicalmente los turnos de 11 horas? ¿Por qué no se respetan los descansos entre jornadas o se realizan aún horas extras de noche? ¿Por qué no se respeta la jornada de verano?", añaden los sindicalistas.

El 'Icon of the Seas', el crucero más grande del mundo, durante una parada técnica en Cádiz.

Los representantes de los trabajadores entienden que las quejas de Carnival, o de cualquier otra naviera, tienen un aspecto de presión que no pueden aceptar: "Esas exigencias no pueden ser consideradas cuando no respeten el marco laboral. En nuestro caso, el convenio del metal de la provincia de Cádiz".

CTM recuerda precedentes de otras empresas que advirtieron de su marcha de los astilleros gaditanos "porque los trabajadores de una factoría deciden hacer un paro de 24 horas. No debemos de aceptar ese chantaje porque va en contra de nuestros derechos".

Representantes sindicales de otras formaciones admiten que la normativa actual, el convenio, permite trabajar sin pausa, domingos y festivos incluidos, siempre que los turnos sean de ocho horas con dos días libres y unos pluses que elevarían las nóminas, como mínimo, en un 13% por distintos pluses.

"La aplicación íntegra del convenio" con esas normas acordadas y escritas precisa de más contratación por la necesidad de reforzar y ajustar esos turnos. Un encargo que precise de mil trabajadores, por ejemplo, necesitaría de unos 1.300 para poder cubrir domingos y festivos sin violar el reglamento laboral.

Ahí se llega al único punto de acuerdo entre patronal y sindicatos. Representantes de la patronal Femca insisten en que no hay trabajadores cualificados en la provincia de Cádiz, que llevan años advirtiendo y la situación cada vez es más grave.

"Los planes de formación profesional no han funcionado, no hay manos preparadas para los trabajos que llegan", sentencia el portavoz de las empresas.

La solución que aporta Femca es la de los últimos años: mano de obra llegada expresamente de otros países. De hecho, buena parte de los equipos que reparan, reforman o mantienen los cruceros llegan de otros continentes a bordo de la nave y se marchan al terminar el encargo.

Parece una paradoja: una de las zonas con mayor nivel de paro en la Unión Europea (la provincia siempre por encima del 22% de la población activa incluso en los dos últimos años de alivio) recibe un aluvión de trabajadores extranjeros para desempeñar funciones teóricamente codiciadas en el mercado laboral.

Acceso principal a la planta de Navantia en la ciudad de Cádiz.  JUAN CARLOS TORO

Para los sindicatos, son las navieras y las empresas afincadas en Cádiz las que prefieren esos trabajadores para ahorrarse salarios y, sobre todo, gastos en cobertura social.

Femca responde que no tiene alternativa, que en la provincia no hay suficientes trabajadores preparados, especializados. Añade que "cada vez hacen falta más y cada vez hay menos".

La llegada de trabajadores extranjeros, hasta de 40 nacionalidades distintas según Navantia, en algunos de los trabajos de mantenimiento y reparación de cruceros comenzó a ser generalizada en el año 2014. Con el parón planetario dictado por la pandemia en 2020 y 2021, no ha dejado de crecer desde entonces. 

La empresa pública de construcción naval aseguraba en un balance de 2022 que la Unidad de Reparaciones Bahía de Cádiz superó "los objetivos de facturación previstos". Sus astilleros, con sus trabajadores y los que llegan para cada encargo, trabajaron en 73 barcos. Al menos una docena de estos trabajos pueden considerarse "grandes encargos de reforma y mantenimiento de cruceros".

La mano de obra "extranjera"

Nombres como Queen Victoria, Costa Venecia, Independence of the Seas y Explorer of the Seas (Royal Caribbean en los dos últimos casos) se han hecho familiares en los últimos años.

Al atracar en muelle gaditano, trabajan y pernoctan dentro, incluso hacen algunas de las comidas del día. Cuando termina el encargo, vuelven en el mismo barco. "El hecho de que ya vengan trabajando dentro desde la salida del puerto base, durante la travesía, demuestra la importancia de cumplir con los plazos del encargo", afirma un portavoz de los armadores.

La frecuencia de estos casos ha creado incluso un término: floteles para definir a los barcos que sirven de alojamiento a los empleados de las contratas.

"No tienen tiempo que perder porque los armadores pierden mucho dinero por cada día que el crucero no está activo y tienen que recortar los plazos de ejecución", declaraba José Muñoz de la Federación de Empresas del Metal de Cádiz, Femca.

Navantia admite que unos 1.200 trabajadores extranjeros llegan con cada crucero pero también da millones de horas de faena a miles de operarios afincados en Cádiz

La empresa pública Navantia admite que con cada uno de estos encargos de envergadura y tonelaje llega una media de 1.200 trabajadores extranjeros, en los registros cerrados hasta 2023. Vienen ex profeso sólo para esa faena.

Si se toma esa cifra como referencia, el resultado es que en 2023 habrían llegado a la Bahía de Cádiz más de 14.000 empleados efímeros.

El primer prejuicio a desmentir sería que estas labores de mantenimiento y reparación sólo crean empleo para esos operarios importados. El impacto en el mercado laboral provincial también es notable. "Suponen, de media diaria, empleo para más de 800 trabajadores de la empresa auxiliar", afirma Navantia.

También como media por jornada, se necesitan alrededor de 400 trabajadores de Navantia en Cádiz, 120 en San Fernando y 250 en Puerto Real, lo que "supone hasta dos millones de horas de trabajo durante el año", afirma un portavoz de la compañía pública.

Archivado en: