El grupo municipal Adelante Izquierda Gaditana (AIG) ha expresado su rechazo al menú de emergencia que se ofrece este miércoles en los comedores escolares gestionados externamente en Cádiz, tras el apagón masivo que afectó a Andalucía el pasado lunes. La formación considera inadecuado que el alumnado reciba una ensalada como primer plato y latas de alubias como segundo, y lo achaca al modelo de gestión privatizado del servicio de comedor escolar.
AIG ha recordado que hace apenas seis días el equipo de Gobierno local, liderado por Bruno García, votó en contra de una propuesta para modificar el modelo de gestión de los comedores escolares, con el objetivo de implantar cocinas propias en todos los centros públicos y recuperar la gestión directa del servicio. La concejala Lorena Garrón ha señalado que esta decisión impide poner fin a un sistema que, según denuncia su grupo, presenta deficiencias recurrentes en calidad y cantidad de los alimentos servidos.
La crítica también se extiende al tratamiento dado a las familias tras el apagón. La empresa concesionaria Seruniom ha sido autorizada a cobrar el servicio del martes, a pesar de que fue una jornada no lectiva y muchos estudiantes no asistieron a clase. A esto se suma la imposibilidad de anular el servicio de comedor de este miércoles, pese a tratarse de un menú de emergencia, lo que ha generado malestar entre asociaciones de madres y padres.
El apoyo de Flampa Gades
Tanto AIG como la Federación Local de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos y Alumnas (Flampa Gades) consideran que el menú ofrecido no garantiza una alimentación adecuada para el alumnado. Ambos colectivos sostienen que la situación actual evidencia la necesidad de una reforma profunda del sistema de comedores escolares en la comunidad.
En este contexto, AIG ha reclamado a la Junta de Andalucía que suspenda el cobro del servicio de comedor correspondiente a los días 29 y 30 de abril, sin que ello suponga penalización para las familias. La formación insiste en que el incidente refuerza su propuesta de apostar por un modelo de gestión pública para asegurar una alimentación escolar de calidad.