Antonio González Guerrero, un gaditano de 45 años, ha vivido una transformación improbable: de conductor de taxi en las calles de Cádiz a actor en producciones de Hollywood junto a estrellas como Tom Hardy y Helen Mirren. Su salto al mundo del cine comenzó con un encuentro fortuito con el guionista irlandés Ronan Bennett, creador de series como Top Boy y escritor de filmes como Public Enemies.
Todo empezó cuando Bennett, de visita en Cádiz, tomó el taxi de Antonio. "No hablaba inglés, y él chapurreaba español, pero conectamos", recuerda el actor. El guionista, impresionado por su carisma, lo contrató como chófer durante su estancia. Con el tiempo, surgió una amistad y, finalmente, una oportunidad: Bennett le propuso un pequeño papel en Top Boy, la aclamada serie de Netflix. .
"Realmente yo no sabía muy bien lo que hacía Ronan. Yo no investigo a la gente, no voy a Wikipedia a ver. Ya un día me dijo que había pensado en mí para hacer un personaje porque cuadraba con mi forma de ser. Yo me atrevo con todo y le dije que lo haría", explica.
Tras superar un casting y debutar en Top Boy, Antonio se sumergió en clases de interpretación en Málaga y se obsesionó con aprender inglés. "Trabajaba de taxista con la radio en inglés, llevaba a mis hijos al colegio y luego estudiaba. Cuando algo te apasiona, el esfuerzo no pesa", explica. Su dedicación dio frutos: en 2023, superó un riguroso casting para Mob Land, la nueva serie de Guy Ritchie donde comparte escena con Hardy, Pierce Brosnan y Mirren. "El último filtro fue un monólogo para Hardy. Cuando me eligió, no lo creía", admite.
Un gaditano rodeado de estrellas
Rodar con leyendas del cine fue al principio abrumador. "Estás comiendo con Helen Mirren y piensas: 'Es la reina de The Crown'". Te puede llegar a intimidar, pero es gente normal. Hay algunos que están más concentrados, pero son cercanos. En la premiere en Nueva York y en Londres eran todos muy amigables. Cada uno tiene sus manías y su forma de meterse en el en el papel".
Antonio creció en Río San Pedro y fue futbolista profesional de fútbol sala en Italia antes de regresar a Cádiz. "Pasé toda mi infancia en el río San Pedro. Cuando a los 18 años mis padres se vinieron para Cádiz, yo ya jugaba al fútbol sala a a nivel profesional. Jugué en Granada y luego ya me fui a Italia y estuve unos 7 u 8 años jugando en Italia. Cuando tuve a mi niña Maite fue cuando me volví para acá, me compré un taxi. Eso me daba la posibilidad de estar trabajando en la ciudad y estar cerca de mi familia".
Ha aparcado definitivamente su taxi. "Ya no soy taxista, ahora puedo decir que soy actor". Y no cree que todo haya sido cuestión de suerte en su irrupción en el mundo del espectáculo: "La gente cuando ve mi historia siempre cree que Dios ha llegado ahí, que vaya suerte he tenido, pero yo no lo creo. La suerte es un factor minúsculo de de todo lo que te pasa, porque al final si no te preparas, si no te formas, no llegas a nada. No te ponen en una serie con megaestrellas porque te han visto por la calle nada más. Eso no funciona así".
El futuro: entre España y Hollywood
Pese a su éxito internacional, Antonio anhela trabajar en España y tiene entre manos nuevos proyectos: "Me encantaría trabajar en España porque las series españolas me gustan muchísimo y hay mucha gente con la que querría trabajar. Yo estoy en el punto de mira ahora y quiere aprovecharlo y darme a conocer. Espero que pronto tenga alguna oportunidad".
Nunca se montó en un escenario para cantar en el Carnaval de Cádiz, pero sí pesume de su ciudad donde quiera que va: "Siempre hablo de mi tierra como el mejor lugar del mundo. Hablé con Pierce Brosnan de cuando estuvo rodando aquí y dice que le encantó la ciudad y lo bien que se comía. Yo he vivido en muchos sitios y tengo claro que aquí se vive mejor que en cualquier otra parte".