Ir al contenido

El hombre de las 5.000 portadas y el doble Pulitzer celebran en Cádiz el oficio de hablar con la mirada

Joaquín Hernández 'Kiki' presenta, respaldado por Emilio Morenatti, una obra con medio siglo de fotografías de la vida cotidiana de la ciudad para "contribuir a la memoria de muchos gaditanos"

Kiki y Morenatti, en Cádiz.
Kiki y Morenatti, en Cádiz. JUAN CARLOS TORO
06 de diciembre de 2024 a las 20:01h

Emilio Morenatti camina con calma por Ancha, en Cádiz. La primera luz solar del invierno inminente le recorta una sombra elegante. La iluminación siempre cuenta cuando se habla de fotografía y él la representa como pocos en España.

A la mitad de camino se pega un abrazo con Joaquín Hernández, Kiki, otra leyenda de la imagen con acento gaditano. Retoman en privado el diálogo que mantuvieron la noche previa, apenas 15 horas antes, en la atestada presentación del libro del último.

Memoria de un fotógrafo (Editorial Q) reúne medio siglo de fotografías, 1974-2024, con las que Kiki consagra su función de cronista de una ciudad entera. Paisajes, pasajes, personajes y personalidades, algún suceso, polémicas que nadie recuerda, vencedores efímeros, vencidos y vecinos, muchos vecinos.

Kiki, este miércoles en la Plaza de España de Cádiz.
Kiki, este miércoles en la Plaza de España de Cádiz. JUAN CARLOS TORO

Son los dos de pocas palabras porque se comunican con el ojo. Sin embargo, jerezano y gaditano han conseguido que todos conozcan, escuchen y admiren su discurso visual. Morenatti tiene dos premios Pulitzer por su trayectoria como reportero por el mundo. Kiki "más de 5.000 portadas", recuerda su compañero.

Están más cómodos ahora que anoche. Para ellos resulta mucho más familiar encontrarse y charlar, repasar unas carreras ejemplares para los más jóvenes, en el único centro de trabajo que han conocido: lo redondo de la calle. Ahí es donde pasa todo lo que sienten la necesidad de contar desde que eran chavales.

Para entender el impacto de su trabajo y su vida -son lo mismo- basta recordar que en la víspera fueron capaces de reunir a los tres alcaldes democráticos de Cádiz en la presentación. Si el cuarto no estaba, aunque aparece en el libro como todo y todos los que importan, es porque falleció hace casi un año.

El número dos del Gobierno autonómico -Antonio Sanz- también estuvo, como una vicepresidenta del Congreso, Esther Gil de Reboleño, y la presidenta provincial, Almudena Martínez del Junco. La lista sería muy aburrida por extensa. Basten tres para definir una representación institucional, profesional y social impresionante pero secundaria.

Los importantes, por una vez, eran "tantos colegas, tantos compañeros fotógrafos", resalta Morenatti. Porque el libro, el acto precedente, el encuentro actual y cada paso que dan habla de esa vocación convertida en profesión y fijación.

"Con esa caja en la que mi familia guardaba sus fotos, su memoria. Así fue como me aficioné", afirma el autor del libro de recopilación, Joaquín Hernández que rezuma nostalgia en cada página del volumen con textos de Javier Osuna.

El recuerdo es la esencia de la obra gráfica, casi histórica: "Buscando entre mis negativos para hacerlo, encontré muchas fotos de las que no me acordaba. La memoria falla. La fotografía, no".

KIKI, Memoria de un fotógrafo
El autor, con los tres alcaldes democráticos de Cádiz en la presentación.  JUAN CARLOS TORO

De ahí el título del libro: "Quería contribuir a la memoria de muchos gaditanos justo ahora, hoy en día, cuando se ponen en duda muchas imágenes que vemos, cuando no sabemos si son reales".

"Quiero reivindicar el trabajo de los fotógrafos de prensa, el de los acreditados, los que no salen nunca en la foto, los que están siempre detrás, maltratados, corriendo riesgos, pagando con su vida a veces".

Aunque la timidez les hace llevar mal los halagos, para Kiki su compañero Morenatti "es un ejemplo de todos esos compañeros de los que tanto he aprendido aunque nos demos codazos por la mejor foto. Cuando acaba el acto somos tan amigos como antes".

'Kiki' y Morenatti, que reúnen medio siglo de fotografías.
Joaquín Hernández saluda a Morenatti durante la presentación del libro del primero.  JUAN CARLOS TORO

Hernández, para resaltar la solidaridad del gremio, recuerda que "los fotógrafos de prensa siempre nos pasamos la foto unos a otros cuando alguien se la ha perdido". Es un código de honor que todos los que han trabajado en medios conocen, que no se da en otros trabajos ligados al periodismo ni en otros oficios.

Su conversación, la pública y la particular, tiene mucho de pasado pero la foto está vigente. Es el mayor mérito de los dos grandes del fotoperiodismo, han logrado que su obsesión por contar la mirada propia y ajena conserve toda su fuerza e importancia en tiempos de inundación de imágenes banales.

"Es el fotógrafo de prensa con más libros publicados que conozco", afirma Emilio. Del nuevo, le llama la atención la portada, "un barrendero al amanecer captado en una acción perfecta, con una película sobrexpuesta, puro sello Kiki. Probablemente un Fuji 400 forzado ¿no, Kiki?".

Al doble Pulitzer le asombra que eligiera esa cuando es dueño de un archivo con "un millón y medio de imágenes tomadas en 51 años de trabajo". Cuando su conversación avanza, aparece la clave. "Tu padre, Luis, era barrendero".

KIKI, Memoria de un fotógrafo
Antonio Sanz, Bruno García, Almudena Martínez y Emilio Morenatti aplauden a Kiki tras la presentación.  JUAN CARLOS TORO

"Conocí a Kiki en 1987, antes de que él me conociera a mí. Yo empezaba en El Periódico del Guadalete y él ya era una institución, tenía un gran prestigio. Yo aprendía cada día de lo que él publicaba. En aquella época, se respetaba al que sabía más que tú", afirma con tono de reivindicación generacional.

"Existia una jerarquía que marcaba el oficio, basada en la experiencia, la veteranía, el conocimiento y la calidad que demostraban tus fotografías".

El alumno que superó al maestro asume que entonces, en tiempos previos a internet, "el sambenito de principiante te podía durar muchos años antes de alcanzar esos ansiados temas de primera página".

Morenatti, de vuelta al presente pero con tantos años de perspectiva, resume su impresión tras repasar en la nueva publicación medio siglo de trabajo de Kiki: "Tenemos la misma forma de ver la vida, el mismo amor por este oficio".

Uno de los vínculos que les une, asegura el más joven, es que los dos tuvieron "una infancia humilde. En una caja de galletas, los dos teníamos las fotos familiares. Sólo en una estábamos nosotros solos, en la de comunión".

"Tuvimos que hacer prácticas para comprarnos el primer equipo pero no lo digo con tristeza. Fue un reto. Si lo hubiéramos tenido más fácil, quizás hoy no seríamos fotógrafos". En la mili, "los dos tuvimos que hacer fotos a otros soldados para ganarnos permisos y poder seguir trabajando con periódicos".

KIKI, Memoria de un fotógrafo
El fotógrafo y autor del libro, a su llegada al acto de presentación.   JUAN CARLOS TORO

"Fuimos autodidactas, aprendimos de los errores, de los aciertos. Por entonces no había tutoriales de Youtube, aprendimos a revelar con el boca a boca", rememora Morenatti.

Admite que durante algunos años echó de menos "una formación académica que nunca pudimos costearnos pero la suplimos, de alguna manera, con el aprendizaje que nos dio la calle".

Ambos también se reconocen algo ajenos a las "fotografías artísticas" porque siempre se centraron en "los hechos y en las personas, en su manera de vivir, con la intención de mostrar la injusticia y las desigualdades".

"No sólo hemos conseguido vivir de la fotografía, es que no entendemos la vida sin ella".

Sobre el autor

Afot

José Landi

Ver biografía

Lo más leído