Los seres humanos tienen una irresistible tendencia a elucubrar con lo que les precedió. Si no se sabe con certeza cómo fue, siquiera que existió, mejor. Los mitos, un pie en la fábula y otro en la historia, son los más atractivos.
Atlántida, dinosaurios, galeones, cuevas prehistóricas o napoleónicas, héroes y asesinos, hasta modestos espíritus. Todo vale para despertar la curiosidad, y el morbo, en diferido, siglos después.
Hércules, hipotético fundador de esta parte del mundo, el primer administrador de fincas que separó las tierras con sus brazos, aqui África, allí Europa, es el gran misterio regional.

Quién, en sus cabales, puede resistirse a fantasear y tratar de poner algo de rigor a la leyenda. Hace dos años, la Junta de Andalucía anunció con fanfarrias el esperado descubrimiento. Era diciembre de 2021.
Algunos de sus técnicos, azuzados por los dirigentes políticos, creyeron dar con la casa del mitológico superhombre. En realidad, con el primer templo central que tuvo dedicado, la primera sede física de la franquicia por traducir al moderno lenguaje Marvel.
La mitología y la ciencia casan mal. La segunda suele aportar decepción, demasiado realismo, a la primera. Hay una realidad incuestionable: Hércules (o Melkart, su nombre en la civilización la fenicia) estuvo aquí en forma de adorada deidad, tuvo templos en Cádiz.
Otra cosa es establecer si Hércules vivió, si sólo es una invención con la que saltar sobre miedos y olas. Pero viviera o no, domara leones o separase continentes y columnas marmóreas con unos bíceps de ensueño, el hecho es tuvo construcciones dedicadas hace unos 2.400 años.
La Junta de Andalucía ya presentó en diciembre de 2021 un proyecto frustrado que ubicaba el mítico templo de Hércules más al Norte de lo que se creía, en el entorno de Camposoto
La clave científica reside en conocer su ubicación exacta, su extensión completa y sus características. Los descubrimientos aireados por la Junta hace cuatro años indicaban que estuvo algo más al Norte de lo que siempre se creyó y que tuvo en su honor casi una ciudad entera, un complejo portuario entre los siglos III y I antes de Cristo.
La creencia generalizada y los textos heredados lo ubicaron siempre alrededor del, también mitológico, islote de Sancti Petri pero en término de Chiclana.
El Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, la Universidad de Sevilla y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ya dijeron en ese año 2021 que no, que el hogar del dios de los leones estaba más cerca de La Isla de León, por seguir en el mismo territorio semántico.
La primera casa del barbudo con poca ropa y mucha fibra que puebla escudos (el de Cádiz, el de Andalucía, equipos de fútbol...), y así se apuntaba en ese último precedente, estaba alrededor de la playa de Camposoto en San Fernando.

"Indicios muy razonables, la mayoría subacuáticos, todas las fuentes clásicas, la bibliografía existente y los trabajos arqueológicos desde principios de siglo XX hasta un máster en 2017" lo ubican ya en la llamada Punta del Boquerón, más hacia San Fernando, se decía entonces.
Con ese episodio como precedente, el Ayuntamiento de San Fernando y la Universidad de Cádiz (UCA) presentaban este jueves el, quizás definitivo, proyecto de investigación para "la búsqueda del legendario templo fenicio de Melkart" divinidad más tarde conocida como Hércules.
La alcaldesa, Patricia Cavada, y el rector, Casimiro Mantell, han firmado el acuerdo que contará con la coordinación del catedrático Lázaro Lagóstena.
Una oportunidad para crear una enorme atracción turística
"Es una oportunidad histórica para localizar este enclave sagrado, político y comercial del Mediterráneo antiguo, cuya ubicación exacta continúa siendo uno de los grandes misterios arqueológicos del litoral gaditano", presentaba Cavada.
La alcaldesa admite que la localización exacta del templo de Hércules "es uno de los grandes enigmas de la arqueología" pero está convencida de que ese punto está dentro de su término municipal. "Pueden existir discrepancias en cuanto al lugar concreto pero no se duda de que se encuentra en San Fernando".
Con la prudencia que aconsejan los precedentes chafados, "el Ayuntamiento y la UCA emprenden esta aventura apasionante en la búsqueda del templo de Hércules con la esperanza puesta en poder pasar de las hipótesis a los hechos y convertir el hallazgo en un yacimiento visitable".
"Emprendemos esta aventura apasionante con la esperanza puesta en pasar de las hipótesis a los hechos y convertir el hallazgo en un yacimiento visitable"
Cavada vincula este proyecto a otros anteriores, también ligados a la recuperación del legado histórico y cultural de la ciudad para convertirlo en motor turístico. "Así lo hicimos con Camarón, con Las Cortes, con el Observatorio de la Armada e incluso con el castillo de Sancti Petri".
En el caso del templo de Hércules, "su búsqueda no es solo una deuda con la historia, sino una oportunidad en San Fernando para convertirlo en un elemento importantísimo de atracción en caso del hallazgo".

El rector, responsable del apartado científico, asegura que en esta nueva búsqueda "se empleará una metodología puntera y no invasiva que combina tecnología geofísica de última generación con el conocimiento experto de un equipo investigador de primer nivel y multidisciplinar".
Técnicas punteras y no invasivas
La UCA pondrá a disposición del proyecto su Unidad de Geodetección, Análisis y Georreferenciación, perteneciente al Instituto de Investigación Vitivinícola y Agroalimentaria, así como el Servicio de Vehículos Marinos No Tripulados, adscrito al Servicio de Drones del Instituto de Investigación Marina.
En este proyecto, la Universidad de Cádiz contará con la colaboración de la Unidad de Investigación, Innovación y Competitividad para el Medio Patrimonial de la Universidad de Córdoba (UCO).
Este nuevo convenio contempla actuaciones como nuevas investigaciones sobre los cultos de Melkart-Herakles-Hércules; el desarrollo de un Sistema de Información Geográfica (GIS) sobre la carta arqueológica de San Fernando; prospecciones no invasivas mediante cartografía de alta precisión y técnicas geofísicas en el Cerro de los Mártires y Camposoto o exploraciones subacuáticas en el entorno del caño e islote de Sancti Petri.