El autor de Los Butaneros, Kike Remolino, aprovechó su pase de semifinales en la tercera sesión del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas para sincerarse ante el público y romper uno de los grandes tabúes que siguen en la sociedad a pesar de que en los últimos años ha aumentado el número de personas que hablan abiertamente del tema y sin los estigmas del pasado.
El chirigotero optó por cantarle a la salud mental en el primer pasodoble de las semifinales. Una letra en primera persona que, en las entrevistas posteriores, confirmó que era real. "Cuando voy a mi psicóloga, le confieso a mi psicóloga, lo difícil que resulta, rimar algo con psicóloga", comienza con guasa Remolino. "Me ayuda a autogestionarme si me siento una mierda", añade el autor de Los Butaneros.
Durante toda la letra, Remolino hace un viaje sobre su estado mental. "Profundiza mis idas de olla con preguntitas que sabe ya que me incomodan", reconoce en el pasodoble. "En el fondo, ayuda tela a este pobre tonto, por ella mi oscuro mundo, de odio y rencores, se volvió sano y de colores".
Remolino habla de un coco "en coma profundo" y que va peor "por segundo". Sin embargo, su psicóloga (llamada Amelia) le "salvó la vida". El chirigotero pide no tener vergüenza y perder el miedo. "Agarra fuerte mi mano, ponle fin a tu tormento, toma tu móvil, coge cita. Te acompaño en un momento, yo te la presento".