Lágrimas de recuerdo, cuplés, porros y atardeceres para los Hijos Adoptivos y Predilectos de Cádiz de 2024

El poeta Luis García Montero, la pediatra Isabel Benavente, la fiscal Lorena Montero o las artistas Koki Sánchez y Paz Padilla brillan en una noche de tributo póstumo a Carlos Díaz, primer alcalde democrático de Cádiz

Los Hijos Adoptivos y Predilectos de Cádiz y las autoridades, con la viuda de Carlos Díaz en el centro, en el Palacio de Congresos.

Cádiz ya tiene doce apóstoles más de forma oficial, designados profetas del amor a la tierra de la concordia "en la que la tierra y el mar mejor se llevan", como definió uno de los nuevos hijos adoptivos, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero.

La antigua fábrica de tabacos de Cádiz acogió una ceremonia larga y densa, emotiva por los ausentes, con risas en muchos discursos y salteada con amagos de lágrimas por los ausentes.

Los atardeceres y el mar de la ciudad fueron constantemente evocados y el vecino más recordado fue el primer alcalde democrático, Carlos Díaz Medina, fallecido el pasado mes de marzo y nombrado regidor honorario de la ciudad.

La actriz, presentadora y chirigotera Paz Padilla recoge su título de hija predilecta.   JUAN CARLOS TORO

Iria Jesús de la Calle, su viuda, recogió el reconocimiento y recordó a "un hombre bondadoso, elegante por dentro y por fuera" que encontró en 1979 un Ayuntamiento devastado en el que "los concejales tenían que comprarse hasta los bolígrafos".

Sus 16 años en el cargo legaron una ciudad reconstruida, con barrios enteros recuperados, como El Pópulo, y muchos equipamientos diseñados, cuando no construidos "como este Palacio de Congresos en el que hoy estamos".

Galería de fotos | Acto de entrega de Honores y Distinciones de la Ciudad de Cádiz 2024

Honores y distinciones de la ciudad de Cádiz.  JUAN CARLOS TORO

Fue el sentido epílogo a tres horas de ceremonia que abrió, en el turno de recogida, la Policía Nacional, medalla de oro de la ciudad por cumplir 200 años desde la fundación oficial del cuerpo. El comisario provincial Santos Bernal recogió el galardón colectivo.

Palma Mení le siguió en el orden de recepción como presidenta de Calor en la Noche, asociación solidaria que su familia colaboró a crear "hace 21 años" bajo el amparo de la comunidad lasaliana de La Viña.

Luis García Montero, durante su discurso de agradecimiento.  JUAN CARLOS TORO

Todo comenzó cuando unos gaditanos "salieron una noche con un termo de café y uno de leche para ofrecer compañía" a los que duermen en la calle. Más de dos décadas después, el colectivo ofrece desayunos diarios, ha saltado a otras localidades y organiza campañas constantes para las personas sin hogar.

El mundo de la Semana Santa de Cádiz estuvo ampliamente representado por la Banda del Rosario y Ramón Velázquez. El premio a la célebre asociación musical que ha sido capaz de saltar a Sevilla, a la publicidad, la televisión o el pop sin traicionar sus esencias lo recogió Sergio Figueroa.

Velázquez, considerado una referencia en las cofradías y la carga en Cádiz, fue el primero en saltarse el guión para conseguir carcajadas de un salón lleno, con más de 800 espectadores que vitorearon con frecuencia a todos los distinguidos.

La fiscal de violencia de género, Lorena Montero, agradece la ovación.  JUAN CARLOS TORO

Su relato sobre las humaredas de "porros" que salían de los bajos de los palios marcó uno de los momentos más divertidos. Después de recrear aquellos años, lejanos, con mucho humor celebró que el mundo de los cargadores esté formado ahora por "informáticos, profesores y músicos, era el cambio que yo quería".

Lorena Montero representó al colectivo de las víctimas de la violencia machista. La madrileña llegó en 1993 a Cádiz "como una novata" y encontró su lugar, su función, en el mundo. Desde entonces, "ha acompañado a muchas mujeres en los peores momentos de su vida", recordaría después el alcalde, Bruno García.

Con pareja e hijos gaditanos, la fiscal especializada se convirtió en una fanática de su nueva tierra hasta el punto de maniobrar para que su primer coche tuviera matrícula de Cádiz, cuando aún tenían identificación provincial.

La nueva hija adoptiva provocó un fuerte murmullo al comentar una broma familiar. Su padre le dice que vivir en Cádiz es tal privilegio que "los gaditanos tendrían que pagar un impuesto especial por hacerlo".

La profesora, actriz y pionera del carnaval callejero Koki Sánchez, abraza a la concejala Helena Fernández.  JUAN CARLOS TORO

Entre el público hubo frases y comentarios de todo tipo, relacionados con la invasión turística o con las carencias, dificultades, que ya tienen muchos residentes en Cádiz sin necesidad de tributar. Un halago bienintencionado, una anécdota sin más.

Otra nueva gaditana oficial, Isabel Benavente, cartagenera de nacimiento, llegó a la tierra de sus abuelos con 24 años para compartir tiempo con ellos e iniciar una carrera como pediatra y neonatóloga que le ha reportado un gran prestigio.

Esa gran fama quiso compartirla con sus compañeros y con el centro en el que trabaja, el hospital Puerta del Mar, con una vivencia que conmovió a todo el auditorio. Recordó que su tercer hijo nació prematuro y estuvo "grave" durante muchas jornadas.

Aquella experiencia "como paciente" en el mismo lugar en el que tanto había trabajado, el repentino cambio de papeles, ver a su recién nacido al otro lado de los aparatos y las incubadoras, le permitió corroborar que "estamos en las mejores manos posibles, con cuidados al máximo nivel".

El tercer y último hijo adoptivo, granadino, fue Luis García Montero. Comenzó y terminó su intervención con sendos cuplés escritos para la ocasión. Sus vínculos con la ciudad son viejos y profundos.

Desde su tesis junto a Rafael Alberti, cuando era muy joven, hasta decenas de veranos en Rota, con su mujer Almudena Grandes, o muchas noches de carnaval callejero con amigos entre los que recuerda a Javier Ruibal.

Su papel decisivo para que el IX Congreso de la Lengua se celebrase en Cádiz en 2023 terminó de reforzar una antigua relación de agradecimiento mutuo con la ciudad de Cádiz que ahora le adopta formalmente.

Sergio Figueroa, responsable de la Banda del Rosario, entre los ediles Beatriz Gandullo y Bruno García.  JUAN CARLOS TORO

Dos artistas con origen común y carreras diferentes también brillaron en la larga noche. Koki Sánchez, docente que pidió un aplauso para la educación pública, recibió la predilección de su ciudad natal por ser una pionera inigualable del carnaval callejero, ahora igualitario y desbordante gracias a ejemplos como el suyo.

Para mantener el tono, articuló su discurso de agradecimiento como un texto de romancero, rimado. Paz Padilla le precedió con idéntica vocación humorística.

También resaltó sus recuerdos juveniles en las noches de carnaval, con un padre tramoyista que le "colaba en las finales del Falla" y se emocionó al recordar los momentos en los que salía de Cádiz para trabajar por toda España, cuando dejaba a su madre "con la bata de guatiné, en el sofá de eskay, en esa casa de la calle Soledad". Casualidades poéticas.

Especialmente sentido fue el recuerdo a su hermano Luis, El Trompeta, fallecido repentinamente y muy querido en Cádiz, especialmente entre los aficionados al carnaval con o sin concurso.

El hostelero Pelayo García de la Borbolla y el cantaor Juan Villar estuvieron entre los más breves pero agradecieron con idéntica emoción y recibieron sonoras ovaciones, con gritos de cariño de amigos y familiares.

Muchos galardonados mencionaron con elogios que las distinciones hubieran sido aprobadas de forma unánime, sin un sólo voto en contra o abstención en ningún caso, por parte de los tres grupos políticos en el Ayuntamiento (PP, PSOE y Adelante Izquierda Gaditana).

El alcalde, Bruno García, cerró el acto anual con sobriedad y el mismo espíritu de concordia, de tributo tanto a los hijos adoptivos como a los predilectos y a los receptores de las medallas de la ciudad. Por supuesto, a su predecesor y protagonista del mayor recuerdo, Carlos Díaz Medina.

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