El puerto de Cádiz vive el primero de los cuatro días convertido en centro de atracción de miradas, visitas y disparos fotográficos, a modo de alfombra roja de la monarquía española y su navegación militar.
Varias decenas de cámaras y los primeros centenares de ciudadanos entusiastas recibían a la heredera al trono de España poco antes de las 16.15 horas del segundo miércoles del año del Señor de 2025, que diría el calendario tradicional.
La primogénita de Felipe VI pisaba por primera vez a esa hora la pasarela y las maderas que conocieran, también en Cádiz, su padre y su abuelo como tripulantes del mayor símbolo de la Armada Española, el buque Juan Sebastián Elcano, nacido en La Carraca de San Fernando hace 98 años.
Antes de que lleguen los fastos del centenario, en 2027, el legendario bergantín-goleta de cuatro palos vuelve a recortarse como academia naval flotante en el horizonte del Levante gaditano, con El Puerto de Santa María y la Península de fondo, atracado en el muelle central de Cádiz.
Allí aguardaba desde la mañana de este miércoles, cada vez entre más miradas, la llegada de la princesa Leonor de Borbón y Ortiz, convertido en templo de atracción para paisanos, curiosos, visitantes y medios de comunicación de todo calado, también de los que se ocupan de la vida de las celebridades.
La falta de sol y de frío, con nubosidad constante y amable, favoreció los primeros piropos, aún discretos. Ya habrá tiempo de fervor el próximo sábado.
Hasta ese día, el barco conservará su función de imán y protagonista, almirante de los símbolos de la hispanidad marina. Entonces iniciará desde este punto su 97 crucero de instrucción transoceánico.
La princesa Leonor conocía durante una larga ceremonia protocolaria la embarcación que será su lugar de residencia itinerante hasta el mes de julio.
Compartirá vivienda, camarote, con tres compañeras que forman parte del grupo de 75 guardiamarinas de la promoción, todos alumnos de tercero en la Escuela Naval de Marín.
Tras formar, primero en tierra firme y luego en cubierta, los aspirantes a navegantes, el capitán de Navío, Luis Carreras-Presas do Campo, ejercía de anfitrión para presentar a Leonor de Borbón a parte del equipo humano que hace navegar el buque: 20 oficiales, 20 suboficiales, 130 marineros y dos técnicos civiles.
La Princesa de Asturias tomaba la pasarela de acceso en primer lugar y la megafonía del barco anunciaba su presencia. Fue el único privilegio visible. El resto del recorrido lo hizo, mientras fue visible en cubierta, con sus compañeros.
Receptores y augusta debutante se perdían después dentro de las portezuelas que conducen al casi centenario laberinto de instalaciones y dependencias dentro de Elcano.
El acto inaugura cuatro días de programación alrededor de la tradición marinera gaditana, siempre ligada para los fieles y aficionados a la presencia real y a los símbolos nacionales.
Entre los eventos previstos destaca el programa de visitas que se inaugura este jueves. La lluvia amenaza las habituales colas de civiles que quieren conocer las tripas del célebre navío blanco. Tendrán continuidad el viernes, con la inauguración en la Punta de San Felipe de un mástil dedicado al buque y su historia.
También en la jornada del viernes llegará una recepción formal de la ciudad de Cádiz en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. Los guardiamarinas, con ella en el grupo, serán recibidos por el alcalde de Cádiz, Bruno García, y miembros de la corporación municipal.
Todo será un largo prólogo de la gran ceremonia del evento: la partida del Juan Sebastián Elcano a mediodía del sábado. Dos horas antes, Leonor de Borbón Ortiz y compañeros vivirán la tradicional misa de despedida a los pies de la Galeona que debe amparar su travesía.
Será, como dicta la tradición, en la vecina iglesia de Santo Domingo donde habita la patrona de Cádiz, Virgen del Rosario. Esa última jornada estará presidida por el Rey Felipe VI y la Reina Letizia.
14 puertos, 9 países, 6 meses
A partir de entonces, medio año de navegación, ya sin presencia de público, cámaras ni vítores, con menos banderas, hasta julio, cuando está previsto el final del recorrido en el puerto coruñés de Ferrol. Para entonces, el buque insignia de la Armada Española habrá atracado en 14 puertos entre América y España.
Las primeras paradas serán en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas. Después llegará el momento de cruzar el Atlántico para amarrar en Salvador de Bahía (Brasil). A continuación, Punta Arenas y Valparaíso, ya en el Pacífico.
El Callao (Perú) será el último puerto antes de Panamá, donde el Elcano tiene previsto cruzar el canal, si Donald Trump no dice lo contrario, el 6 de mayo para entrar en el Caribe.
Cartagena de Indias y Santa María (Colombia) o Santo Domingo (República Dominicana) son los siguientes puertos antes de la escala final en Nueva York, el 5 de junio. Desde Estados Unidos hasta La Coruña, con llegada el 9 de julio y vuelta a su templo de Cádiz, en un regreso programado el 21 de ese mismo mes.
La princesa Leonor de Borbón se apartará del resto de la tripulación en tierras gallegas para continuar su formación militar en la Armada a bordo de otro buque, convencional, durante los siguientes meses.
La información oficial recuerda que Felipe VI ya vaticinaba grandes aventuras a su heredera hace apenas tres días, en la Pascua Militar celebrada el 5 de enero.
"La mar es un aprendizaje y desafío permanente, en ocasiones intransigente y crudo, sin margen para excusas; y el continente americano, sus países, sus costas y culturas, que empezarás a conocer con tanta huella española, te enseñará mucho de lo que fuimos y también somos", dijo el monarca en un discurso.
"Así que te deseamos que aprovechéis al máximo el conocimiento y la experiencia marinera y humana que ofrece este viaje, porque os seguirá valiendo, como me ha valido a mí, para toda la vida", afirmaba entonces con la solemnidad que procede.
Durante la travesía, los guardiamarinas de Infantería de Marina realizarán junto a la navegante real el tercer curso de su carrera, con asignaturas como Navegación, Astronomía, Meteorología, Combate y Maniobra.
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