El próximo martese presenta, en la Casa de América de Madrid, la candidatura de Cádiz para albergar el X Congreso Internacional de la Lengua Española. La delegada de Cultura, Lola Cazalilla (Cádiz, 1989), se muestra optimista, pero sobre todo ilusionada con este evento que mueve, cada tres años, a más de 300 congresistas y miles de personas interesadas en los contenidos y actividades en torno al evento.
En el ínterin, la renuncia del alcalde de Cádiz, José María González Kichi, a presentarse a la reelección dentro de seis meses. Una decisión que ha hecho pública y que, de alguna manera, ha fagocitado todo lo demás en la capital gaditana. La concejal gaditana, historiadora del Arte, activista y feminista, atiende a lavozdelsur.es en un receso del pleno municipal de noviembre, que se ha celebrado este jueves en el Consistorio.
En general, la gente tiene dos sensaciones. Por un lado, la tristeza por la marcha de alguien que ha destacado por anteponer el bien de la ciudad de Cádiz, por encima de intereses partidistas o personales. Ha demostrado que se puede gobernar de otra manera, mirando siempre por las personas de mayor vulnerabilidad. Evidentemente, hay un sentimiento, por parte de todos, de pérdida de una persona que, por desgracia, no es común dentro de la política, con esta honradez y con esta valía.
Hay que pensar más allá del personalismo, de nosotros mismos, con una mirada hacia el futuro. Lo que él defiende es que hay políticos que sí cumplen, que hay gente que está haciendo política y en la que se puede confiar. Estamos tan habituados a que los políticos mientan y no cumplan con sus promesas, que este gesto era absolutamente necesario para todas aquellos que estamos trabajando para las personas y no por intereses personales. Creo que la política necesitaba un gesto como éste para que los ciudadanos entiendan que hay gente dentro de la política en la que se puede confiar.
Estamos casi al final. Ya en la última etapa después de dos años de trabajo en los que hemos estado realizando todo tipo de actividades.
Vamos a contar todo lo que hemos desarrollado en este tiempo, discutirlo, y que sirva también de cierre. Pero esto no significa que no vayamos a seguir realizando todo tipo de actividades en torno a la lengua. De hecho, esto ya lo tenemos en nuestra dinámica, y se completará de aquí a fin de año.
Congreso de la Lengua: "La candidatura en sí es un proyecto digno de ser contado"
Es muy importante contar, más allá de las actividades que han podido tener más o menos relevancia, todo lo que se ha trabajado en los colegios con los niños en torno al habla. También con las comunidades. Todo lo que se ha trabajado más allá del ámbito academicista de la lengua, que es lo que siempre se espera. Cómo la ciudad se ha volcado y ha entendido esta candidatura como algo propio, y que pertenece a todos, con independencia del conocimiento que cada uno tenga de la lengua. En realidad, es que la candidatura es en sí un proyecto digno de ser contado, más allá de que se consiga o no el objetivo.
Entendemos que Madrid tiene un foco mayor. En la provincia y en Andalucía hay un mayor seguimiento, pero no tanto en el resto de sitios y queríamos también poner el altavoz allí. Hay otra manera de poder abordar estas cuestiones más allá de lo institucional, que es democratizándolo y que la gente participe. Además, vamos a tener una de las ideas fuertes, que es la defensa del habla por medio de las manifestaciones populares, como es el Carnaval de Cádiz o el flamenco. Esas dos cosas van muy de la mano con nuestras relaciones con Hispanoamérica, que ha sido otro de los objetivos que hemos queridos revisar y reforzar en todo este camino. De hecho, la presentación tendrá lugar en la Casa de América, porque si hay algo excepcional que tiene nuestra ciudad con el resto de Andalucía es precisamente haber sido puerta de entrada y salida con ese puerto que nos lleva al continente hermano, con el que estamos tan vinculados.
Estamos muy ilusionados. Yo, sinceramente, mi discurso no lo tengo escrito aún. No leo mucho cuando estoy en público. Es verdad que con todo este maremágnum político en el que estamos inmersos aún no he tenido tiempo para sentarme. Igual me pongo el mismo martes en el tren, yendo para allá. Pero no lo abordo como una pesadez, me hace tantísima ilusión encontrar ese huequito para repasar en mi mente todo aquello que hemos hecho, y lo que queremos transmitir.
¿Ha merecido la pena el camino, sea cual sea el resultado?Estamos convencido de que es así. Fue algo que nos planteamos desde el principio. Si vamos a invertir recursos públicos, si vamos a invertir tiempo en lograr el objetivo; bueno, conseguir eso es importante, pero queríamos poner el foco en algo tan importante como es el lenguaje, como son nuestras relaciones, y nuestra identidad como comunidad. Está siendo algo verdaderamente bonito, y tenemos la sensación de que hemos hecho el trabajo lo mejor posible.
Por supuesto. Nosotros vamos a defender la ciudad, aunque no hace falta, porque como decía mi compañera, concejala de turismo, Cádiz se vende por sí sola. Evidentemente, cuando se quiere hacer un congreso, es muy importante el emplazamiento. Este es un evento que moviliza a 200 o 300 congresistas, pero que luego va a haber 3000 personas en torno a esta actividad. Es muy importante que estos congresistas estén en una ciudad amable; que sea acogedora y dé lugar a esa convivencia. La ciudad se volcará entera, tal y como ocurrió en Córdova, Argentina: allí se respiraba y se participaba del congreso.
Desde el Ayuntamiento de Cádiz dimos todos los pasos como nos correspondía como Administración. Ahora corresponde a la Junta de Andalucía elevarlo. Seguimos de todas formas en disposición para todo aquello en lo que haya que seguir trabajando en base al expediente: redireccionarlo, ampliarlo, etcétera. Pero seguimos defendiéndolo a capa y espada. Pero que quede claro que el Carnaval de Cádiz ni va a mejorar, ni lo necesita. Nosotros lo que perseguimos fundamentalmente es que a nivel académico y de estudio, haya referencias de nuestro Carnaval. Y por otro lado, en el caso de que algún día llegara algún partido al que no le interesara el Carnaval, este estuviera protegido.