"Igual es el espíritu de Pemán que se venga porque le quitaron los bustos, las placas y los nombres de las calles" bromea un funcionario de Urbanismo del Ayuntamiento de Cádiz cuando se le pregunta por la situación.
Más allá de maldiciones y fantasmas que podrá investigar el equipo de Iker Jiménez en otra visita a Cádiz, los hechos dicen que el teatro del parque Genovés, que tuvo hasta su clausura en 2008 el nombre del escritor, va camino de los 18 años, como mínimo, cerrado y sin perspectiva de recuperación.
El alcalde Bruno García de León (PP) ha llegado a anunciar con expresiones vehementes, "por fin, por fin", la recuperación de las obras en varias comparecencias formales.
Incluso, en septiembre de 2023, en un ataque de optimismo, aseguró en el vestíbulo del Gran Teatro Falla que el escenario del parque Genovés tendría programación, artistas y carteles para el verano de 2024.
La realidad es que no se ha movido un sólo cable, un tornillo, desde que tomó posesión como regidor de Cádiz. Por más anuncios, buenas palabras y mejores intenciones que medien, los avances nunca llegan.
La oposición, a través de la concejala Lola Cazalilla (Adelante Izquierda Gaditana) ha sido el último colectivo en agitar el espectro urbanístico este mes de noviembre de 2024.
El gobierno municipal al que perteneció la edil, bajo presidencia de José María González Kichi, tampoco pudo inaugurarlo pese a estar ocho años en la Alcaldía, entre 2015 y 2023. Cazalilla reivindica, en cambio, que sus compañeros dejaron "la obra completada al 70%, sólo a falta de la dotación" de mobiliario, equipamiento técnico y remates.
A pesar de estar tan avanzado, con toda la estructura del inmueble culminada, los trabajos no registran avance y el primer mandato del tercer alcalde afectado por la maldición llegará a su mitad, la próxima primavera, con la obra paralizada. Ese estado se mantiene inalterado desde 2021.
La Delegación de Urbanismo del Ayuntamiento de Cádiz asegura que el último trámite fue la suspensión del acuerdo con la empresa Avanza Solutions&Projects, anterior concesionaria de la reconstrucción. La administración local consideraba que estaba incumpliendo el encargo.
El siguiente paso, administrativo, es la concesión del "proyecto de finalización de la obra con un presupuesto de 1.695.398,12 euros y con un plazo de ejecución de cuatro meses una vez esté adjudicado".
Caso de que los trámites administrativos queden resueltos en la primera mitad de 2025, el teatro del parque al aire libre (ya no llevará el nombre de Pemán pero no se ha decidido qué denominación tendrá) tampoco estaría disponible el próximo verano con lo que cumplirá 18 temporadas consecutivas fuera de servicio.
Con todos los cambios y parones, cambios de empresas concesionarias, suspensiones y nuevas contrataciones, el coste se ha elevado al doble de su presupuesto inicial. Cuando fue cerrado y anunciado, el gobierno municipal de Teófila Martínez, en 2008, siempre habló de un millón de euros como coste final.
El Ayuntamiento de Cádiz de Bruno García, joven concejal en el momento del cierre, reconoce que el precio definitivo de la obra va a superar los 2,3 millones de euros, es decir, más del doble de lo inicialmente estimado.
Para entender el peso de este recinto al aire libre en la memoria colectiva de los gaditanos -mayores de 40 años, obviamente- es preciso recordar que fue el segundo mayor escenario de la ciudad durante las cuatro últimas décadas del siglo XX.
Desde Los Chiripitifláuticos a El Gran Musical o Los Pecos, desde Raphael, Serrat y Rocío Jurado hasta las leyendas locales del Carnaval, entre los clásicos como Paco Alba y las incipientes chirigotas callejeras, pasaron por unas tablas que ofrecían una programación esencial, la principal, cada verano en una ciudad cuyo primer teatro (Falla) no tiene sistema de climatización.
El recinto con su esqueleto ya reconstruido en su totalidad pero a falta de remates y equipamientos, tiene formato de foro con espacio frontal para las localidades, en anchos escalones ascendentes y grada, con escasa pendiente, al fondo. Es más estrecho que el original y las antiguas plateas laterales, a modo de palcos, quedan cubiertas ahora.
El escenario, ya completado y visible como el resto de la construcción, incluye estructuras a cada lado para acoger los camerinos y los espacios para el equipamiento técnico. También destaca el amplio foso.
La zona de las tablas, la destinada a los intérpretes, cuenta con 263 metros cuadrados de superficie y no tiene pared al fondo, por lo que aparece abierta a la Bahía de Cádiz y al paseo de Santa Bárbara, en terrible estado de deterioro desde su inauguración en 2013 y tras ser afectado por dos incendios en 2020 y 2021.
Si alguna vez es inaugurado, el nuevo teatro del parque Genovés, al aire libre, tendrá un aforo máximo de 902 personas por lo que pasará a ser el segundo mayor espacio escénico de la ciudad de Cádiz, apenas por debajo de las mil localidades del Gran Teatro Falla.
El paralizado plan de recuperación del recinto ha respetado todo el arbolado alrededor, sin una sola poda, incluso con la llamativa presencia de un drago que ha precisado una pequeña reestructuración de los jardines más cercanos.