Las reuniones entre Ayuntamiento de Cádiz y Subdelegación del Gobierno (Dirección General de Tráfico) para la modificación de señalización -u otras medidas de seguridad- en la rotonda que conecta el segundo puente (Constitución de 1812) con la ciudad de Cádiz, en vías limítrofes y en el propio viaducto no podrán comenzar hasta que concluya la investigación policial aún en marcha y bajo secreto de sumario.
Estos encuentros, de carácter técnico, fueron anunciados por el alcalde Bruno García de León cinco días después del siniestro que costó cuatro víctimas mortales alrededor de las 15.45 horas del lunes 9 de octubre. Sin embargo, tendrán que esperar al término del complejo proceso de atestado policial para dar comienzo, según confirmaron este jueves fuentes oficiales del Ayuntamiento de Cádiz.
Este viernes se cumplía un mes desde que se produjera el siniestro de circulación más grave en lo que va de siglo en la ciudad de Cádiz. Cuatro personas perdían la vida al ser atropelladas por un autobús que trasladaba a estudiantes de Enfermería y Fisioterapia desde Jerez hasta la Facultad de Medicina.
Tres de las víctimas perecieron en el acto y una cuarta falleció 72 horas después en el hospital universitario Puerta del Mar. Los fallecidos fueron un joven de 17 años, una mujer de 19, otra de 60 años y, el que murió en el hospital, un varón de 86.
Todos ellos eran peatones que caminaban por la acera de la avenida de Las Cortes colindante a El Corte Inglés o esperaban en el semáforo más cercano a la rotonda para cruzar.
El autobús, de la empresa Medina, había pasado la ITV correctamente pocos meses antes. El conductor dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas. Tuvo que recibir atención hospitalaria debido a la crisis nerviosa que padeció.
Un fallo completo en el sistema de frenado fue la única hipótesis desde el momento del accidente y a falta de la conclusión de la investigación policial se mantiene como el origen teórico de la tragedia.
El primer atestado certificó que el vehículo sin control impactó hasta 15 veces con vallas protectoras, postes y todo lo que encontró a su paso, incluyendo dos palmeras que arrancó de cuajo.
Los 30 ocupantes del autobús resultaron ilesos o heridos leves, aunque muchos afectados por crisis de ansiedad. Horas después del siniestro firmaron un comunicado público para transmitir su "enorme agradecimiento al conductor por tomar la mejor decisión posible para que los pasajeros pudiéramos sobrevivir y hubiera el menor número de víctimas posible".
Análisis paralelo pendiente
Al margen de la investigación policial y judicial en marcha, y bajo secreto sumarial, el Ayuntamiento de Cádiz admitió poco después del accidente que la seguridad vial en esa conexión es un asunto pendiente.
El regidor gaditano daba por sentado en una rueda de prensa que es necesario "revisar, actualizar y mejorar la situación en ese acceso. Ese trabajo se va a hacer, sin duda".
Esas conversaciones, que aún tendrán que esperar, eran anunciadas por Bruno García de León como "una coordinación técnica que revise y vea posibles mejoras" en el entorno de la tragedia. "Queremos ser útiles estoy convencido de que también es lo que quiere la Subdelegación del Gobierno de España".
Ese debate debe tratar de buscar mejoras a un trazado que siempre provocó reservas y controversia durante la construcción del segundo puente (2007-2015). Profesionales y dirigentes vecinales mostraron en la fase inicial de las obras cierto temor a la siniestralidad que podría provocar una entrada en la ciudad con una pendiente tan acusada y proponían un entramado de túneles urbanos como alternativa para elevar la rotonda y aliviar la caída.
Finalmente, el diseñador, las administraciones y los constructores se inclinaron por el modelo actual que, en la práctica, conecta una autopista con un trazado urbano sin transiciones (sí existen en el antiguo puente, José León de Carranza o el del Centenario, en Sevilla, como en muchos otros). De vía de gran velocidad a entramado callejero común, con semáforos y pasos de peatones, en apenas 30 metros.
Las probabilidades de accidente también habrían existido con el trazado alternativo, el de los túneles. El reto, el objetivo de las reuniones pendientes entre Ayuntamiento y Subdelegación del Gobierno, es reducir las que existen en la actualidad, ocho años después de su entrada en funcionamiento.
El accidente trágico del 9 de octubre demuestra que la conexión por la rotonda es especialmente vulnerable por descuido, desvanecimiento 0 imprudencia de un conductor, así como por avería técnica (rotura de frenos, desprendimientos o desplazamientos de carga). Por el conocido como segundo puente pasan 12.000 vehículos al día como media, sumados automóviles particulares, furgonetas, autobuses y camiones de gran tonelaje.
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