Aprovechando el derribo parcial de la Residencia Tiempo Libre, Grupo Q, con el beneplácito del Ayuntamiento, pretende erigir un edifico de 14 plantas adosado a lo que queda de Tiempo Libre. Se trata de edificar, según ha denunciado Ecologistas en Acción, "una construcción con 300 habitaciones, de 70 metros de altura, en una zona saturada de edificios, dejando un callejón de acceso a la playa de 8 metros y que apantallaría de forma irreversible los pisos colindantes de la calle Muñoz Arenillas".
Agaden-Ecologistas en Acción considera este proyecto, actualmente en información pública, a pesar de permitirlo el PGOU actual, "un despropósito, que viene a repetir la edificación franquista de los años 60 y 70 del pasado siglo, que alineó en todo el paseo Marítimo de Cádiz una sucesión de edificios sin contención y regulación alguna, cementando el litoral de forma inexorable". "Parece increíble que los promotores pretendan rebajar el fortísimo impacto ambiental de este edificio, argumentando que se trata de una “acción puntual”, “que permeabiliza y oxigena la ciudad”, han dicho.
"Nada de eso —han agregado—: cuando disponíamos de una oportunidad para esponjar y reverdecer una zona urbanísticamente congestionada, resulta que nos ofrecen más de lo mismo: un hotel, de viabilidad incierta, que incide en todas las aberraciones urbanísticas que sepultaron el borde litoral de la ciudad". "Perdimos el carácter público de la Residencia Tiempo Libre por un convenio urbanístico de la anterior Corporación municipal del PP, pero resulta que el actual equipo de gobierno local no ha hecho nada para regular y ordenar la oferta hotelera de la ciudad".
De esta forma, han advertido, "asistimos al desconcierto de que cierran hoteles (Playa Victoria, Puertatierra…), al mismo tiempo que se suceden los proyectos de hoteles en Cádiz: Estadio, Tiempo Libre, vestíbulo de la Estación, Ciudad del Mar, Valcárcel…). Y proliferan las viviendas y pisos turísticos sin que el municipio disponga de Ordenanza o regulación alguna". Por eso, "apoyamos la propuesta del Ayuntamiento de realizar una modificación puntual del PGOU que establezca una moratoria provisional de los pisos y viviendas turísticas, para que se dicte una Ordenanza y se elabore un plan turístico y hotelero para la ciudad de Cádiz".
La proliferación, todavía sin una norma de regulación y control, de los apartamentos turísticos, está empezando ya a provocar efectos perniciosos para la calidad de vida de la ciudad de Cádiz, como son: "Un aumento desaforado en los precios del alquiler de vivienda; la expulsión de residentes del Casco Histórico, reemplazados por visitantes transeúntes; la reducción de la oferta para viviendas en alquiler mínimamente asequibles; y la desnaturalización de los barrios del Casco Histórico de Cádiz".
Solo de esta forma, regulando y controlando los usos residenciales y hoteleros, "evitaremos caer en la nefasta turistificación que ya padecen otras ciudades y, sin renegar del turismo, ofreceremos un proyecto urbano sostenible económica, social y ecológicamente", han insistido desde el colectivo conservacionista, agregando que "no estamos en contra de la actividad turística ordenada, pero especialmente en la actual situación de crisis sanitaria, no podemos dejar nuestra ciudad a merced de intereses que solo buscan, mediante un movimiento especulativo, el lucro privado y degradan de forma irreversible el tejido urbano".