La lucha del metal en la Bahía de Cádiz es una constante. El pasado domingo, un grupo de obreros se hizo notar en el acto de Yolanda Díaz a los pies de la catedral de la capital gaditana. Es uno de las habituales protesta de un sector que vive al día y sin la garantía del trabajo a largo plazo. En la historia reciente de la comarca se recuerda un momento por encima de todos.
Era noviembre de 2021 y las imágenes dieron la vuelta a España. Centenares de obreros se manifestaban para pedir mejores condiciones laborales y una carga de trabajo que les garantizase el pan. Entre todas las escena, una destacó por encima de todas. El Gobierno decidió que la mejor manera para frenar las protestas era enviar a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado con una tanqueta para disuadir a los manifestantes.
Las imágenes impactaron, pero más impacto el enfrentamiento de una vecina del Río San Pedro con este vehículo. Raquel Rodríguez desayunaba cuando observó a la tanqueta por las calles de su barrio. "Venía de trabajar, estaba en mi parada del desayuno, pero cuando vi aquella injusticia no tuve más remedio que bajar y pedirle a los antidisturbios que pararan", declaró en su momento a lavozdelsur.es.
Aquello fue el inicio de la resistencia de los trabajadores, pero también de un calvario judicial para Raquel Rodríguez. Aquel enfrentamiento provocó una denuncia de las autoridades y un año y medio después, aún no se ha celebrado el juicio. La gaditana estuvo citada hace unos meses, pero la huelga de funcionarios de la administración de justicia obligó a suspenderlo.
El destino ha querido que la nueva citación establezca en la fecha en la que se cumple el segundo aniversario de aquellas movilizaciones. El juzgado de lo penal número 1 de Cádiz ha citado a Raquel a declarar el próximo 3 de noviembre a las 11:40 bajo una acusación de revelación de secretos. "La justificación es que compartí en redes la huelga del metal, pero venían a por mí", dice la vecina gaditana a lavozdelsur.es.
"Me siento indignada por la injusticia que se está cometiendo. Sólo soy una trabajadora que protestó cuando la Policía irrumpió en mi barrio disparando de forma desproporcionada", señala Raquel a la llamada de lavozdelsur.es para conocer de primera mano cómo se encuentra tras recibir la noticia.
Según la gaditana, "es indignante que hayan quedado impunes los mandatarios y la propia Policía y seamos la clase trabajadora los que estemos pagando por la huelga", afirma. A pesar de que ella no trabaja en el sector afectado, tiene claro el motivo de aquellas protestas. "Fue una huelga que se celebró para señalar los incumplimientos de las empresas con los trabajadores. Me siento indignada e indefensa por esta injusticia del Estado", añade.
En su conversación con lavozdelsur.es también manifiesta "cierta incertidumbre" aunque cree que la sentencia "está ya más que programada" porque "están defendiendo los intereses de la patronal". No obstante, Raquel también transmite que está tranquila "porque no he hecho nada y yo lo sé. Si hubiera justicia no me estarían juzgando a mí sino a la Policía y a los mandatarios. La clase trabajadora es el eslabón más débil y el que siempre paga".
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