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El renacimiento de la modalidad medieval produce un romancero del carnaval para cada semana del año

La modalidad más antigua y discreta confirma su creciente esplendor con récord de participación: 52 inscritos en el concurso que se celebra del 21 al 27 de febrero en el teatro de la Tía Norica

Romancero 'Ritual satánico de verano' en el concurso celebrado en febrero de 2022.
Romancero 'Ritual satánico de verano' en el concurso celebrado en febrero de 2022.
24 de enero de 2025 a las 09:37h

Hay constancia documentada de su existencia, carnavalesca, desde el siglo XVII. Tiene sentido que tenga tanta historia porque su origen se funde con los romances de batallas y amoríos que recorrían los pueblos de la Península Ibérica desde la Edad Media.

Comparten con aquel formato vetusto la métrica inviolable. Un número variable de estrofas de cuatro versos octosílabos cada una, con rima asonante para conectar el segundo y el cuarto. El primero y el tercero son libres que para eso aparecen por carnaval.

Los romanceros de Cádiz nacen de aquella raíz profunda, pero se actualizan cada año en versión cachonda y satírica. Si la forma está fijada desde hace muchas generaciones, el sentido literario es similar al del resto del carnaval callejero.

Las composiciones van sobradas de ironía, sarcasmo, humor salvaje sobre la vida cotidiana o repaso descreído del devenir de la actualidad local, andaluza, nacional y mundial.

Siempre con un cartelón que debe llevar, al menos, dos ilustraciones (anverso y reverso) alusivas al tipo y al repertorio. El intérprete (también pueden ser dos) debe resaltar esporádicamente, con golpes de puntero sobre ese panel, la conexión entre versos e imagen (fotomontaje, collage o dibujo, generalmente).

A pesar de ser una modalidad secular, atravesó etapas de práctica desaparición de las calles. Fue a mediados del siglo XX, en plenas Fiestas Típicas franquistas, cuando se redujo a su mínima expresión. Quizás por eso le queda un legado de discreción notable.

Hasta hace 30 años, apenas despertaba interés entre los aficionados más comunes, los que siguen masivamente el Concurso del Falla, y ni siquiera en la calle solía provocar aglomeraciones. La tendencia ha cambiado. Ahora tienen legiones de seguidores y aparecen romanceros ejecutados hasta por niños o famosos.

Incluso con ese perfil bajo, arrinconado por chirigotas callejeras o comparsas, el romancero del carnaval de Cádiz fue capaz de superar los años oscuros y presentar, en las tres últimas décadas, piezas memorables para el archivo efímero de la fiesta. Ese legado divulgó su enorme potencial carnavalesco.

José Manuel Gómez (probablemente el autor vivo más influyente en todas las modalidades, de calle o concurso), Ana López Segovia (Premio Max de teatro), los hermanos Barba, Sergio Torrecilla, Paco Mesa o Salvador Fernández Miró son sólo algunos de los grandes responsables del renacimiento.

Con esos precedentes brillantes, la afición, sin hacer más ruido que el golpe de la vara en el cartelón, ha ganado miembros sin parar. Los romancistas, que en lenguaje local gaditano pasaron a ser romanceros hace siglos, se multiplican y confirman el buen estado de salud de la modalidad camuflada.

Dentro de un lustro, en el año 2030, el concurso monográfico local que le rinde homenaje en el carnaval de Cádiz cumplirá 50 años. Arrancó en 1980 y aunque en algunas ediciones apenas tuvo una decena de inscritos, su actual protagonismo resulta notable y creciente.

La prueba está en que el XLV Concurso de Romanceros, el de 2025, reunirá a 52 participantes.

Los seguidores de esta fórmula podrían escuchar uno por semana durante todo el año sin sufrir ningún hueco en su programación. Nunca se han dado estos números. Es récord de inscritos.

El certamen de este año tendrá que contar con cinco sesiones de semifinales. Están previstas del 21 al 25 de febrero en el teatro de la Tía Norica a partir de las 20.00 horas.

Los grupos que pasen el corte del jurado actuarán en la final que tendrá lugar, con honores de carnaval grande, en el Gran Teatro Falla en la víspera de la última noche del Concurso Oficial de Agrupaciones, el 27 de febrero a partir de las 20.00 horas. Esta última velada contará con un máximo de diez romanceros.

El Ayuntamiento de Cádiz, tras reunirse con las dos asociaciones de romanceros existentes, acordó mantener intactas las actuales bases del certamen, a excepción de pasar a contar con un jurado paritario a partir de este año.

Con respecto a la cuantía de los premios, el máximo galardón de romanceros estará dotado con 1.170 euros, mientras que del segundo al quinto obtendrán 880, 600, 300 y 120 euros, respectivamente. El mejor cartel obtendrá un premio independiente, que puede coincidir o no con los anteriores, de 470 euros.

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J. L.

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