Pocos planes más apetecibles que un buen vino en un lugar de valor histórico y belleza indiscutible.
La ciudad de Cádiz tiene los dos elementos necesarios, bebida y escenarios, para proponer esta tentación y la taberna Gorrión es la responsable de unirlos de forma periódica.
Este bar de vinos, abierto en diciembre de 2023 al pie del Arco del Pópulo, es el responsable de un programa de convocatorias que convierte el encanto en norma.

El objetivo es "acercar a la gente al mundo del vino" de forma lúdica y festiva, "sin elitismo", aunque con el nivel de rigor informativo, científico y técnico que cada uno quiera encontrar. Desde un disfrute desenfadado y curioso hasta un acercamiento profundo, todas las opciones caben.
Estas populosas citas, organizadas por el sumiller Jonatan Cantero tienen dos formatos: "catas" y "saraos". Tras el triunfo de la temporada inaugural, en el verano de 2024, la segunda comenzaba este viernes 9 de mayo.
El primer sarao tuvo como escenario la Casa de Iberoamérica, antigua Cárcel Real, que separa el barrio de Santa María del Paseo del Vendaval, al borde del Atlántico y en un extremo del Campo del Sur.

Conocida como cárcel vieja por los mayores de la ciudad fue presidio entre 1836 y 1966. Ahora, tras una espléndida restauración, es un centro cultural municipal con patios luminosos capaces de acoger eventos como El Sarao de Gorrión Wine Bar.
El organizador, Jonatan Cantero (Cádiz, agosto de 1984), es un sumiller con larga y brillante trayectoria que ahora traslada el éxito de su bar a estos encuentros itinerantes, siempre en lugares de valor arquitectónico y sentimental.
El año pasado, en la primera temporada, los emplazamientos fueron la azotea del hotel Villa de Andas, en una casa palacio de la calle Cristóbal Colón rodeada de tesoros como una de las mejores fachadas barrocas de Andalucía, la del Archivo Histórico en la Casa de las Cadenas.

También son un éxito las quedadas en La bella escondida, la torre-mirador de la calle José del Toro considerada como una de las más hermosas y particulares, mejor conservadas, de las construcciones históricas de este tipo.
A estos escenarios se suma la Casa de Iberoamérica y vendrán otros, espectaculares, en los próximos meses aunque el sumiller prefiere reservar los nombres por estar bajo negociaciones con distintas instituciones.
Lossaraos -uno al mes de mayo a octubre- son eventos que "ponen en contacto a bodegas, distribuidores y clientes" con el único objetivo de "acercar a la gente al mundo del vino". Llegan a reunir a más de 120 personas, con todas las localidades agotadas con antelación.

La propuesta contiene hasta 40 vinos de distintas denominaciones, orígenes y tipos. El cliente elige qué quiere probar. Como si estuviera en una pequeña feria, se acerca a una u otra mesa y decide por su cuenta.
El recorrido lúdico y curioso por las distintas referencias está acompañado por una degustación de productos -en la última cita fueron tartaletas de queso de Ansia- con un generoso "picoteo" que incluye de jamón a otras chacinas y conservas de calidad, con sello.
Todo el encuentro estuvo combinado con la música del DJ Rafa Quintero.


El precio por persona es de 40 euros y las plazas se agotan nada más anunciarse en los canales y espacios de Gorrión Wine Bar en redes sociales. El público fundamental "es local, turismo hay poco, son casi todas personas de Cádiz y la provincia".
El otro formato, más pequeño, es el de las catas. También se celebran en azoteas y torres pero la periodicidad es mayor. Hay durante varios domingos, siempre en domingo, entre el final de primavera y el inicio de otoño.
Su precio puede ser más bajo, desde 30 euros por persona, y en este caso se trata de presentar un pequeño grupo de vinos concretos, de una bodega, una denominación, tipo, país u origen.

Los vinos a catar siempre son distintos en cada encuentro y, en este caso, los asistentes no son libres de volar de una botella a otra, como sí ocurre en los saraos.
Aquí están informados y orientados -al modo de las catas tradicionales- tanto por Cantero como por los responsables de la bodega o distribuidora invitada.
La belleza del entorno y el picoteo para soportar mejor algunas pequeñas copas también están garantizados en este tipo de citas.
