'El Sheriff', un mismo hombre para abrir el Falla y la calle: "Los 90 fueron cumbre en la chirigota"

Juan Manuel Braza festeja 38 años de celebrada trayectoria con el pregón que estrenará la fiesta el 9 de febrero en San Antonio y con su chirigota este martes en la sesión inaugural del COAC

El pregonero del carnaval de Cádiz 2024, durante la entrevista con lavozdelsur.es.
El pregonero del carnaval de Cádiz 2024, durante la entrevista con lavozdelsur.es. GERMÁN MESA

 

El virrey de Loreto: "A otros les dedican una calle, una plaza, a mí el salón de un bar"

Sin pretenderlo y sin pretensiones, por jugar, formó parte de una generación del carnaval de Cádiz que llegaría a ser legendaria por casualidad. Es la de los nacidos a finales de los 60 que revolucionó con naturalidad la chirigota hace 30 años. Chiquillos crecidos ya en democracia, con un bagaje cultural nuevo, formado por una mezcla de tele, cómic, pop, rock, cine, literatura, estudios medios y el carnaval de sus mayores. Juntos y por separado se acostumbraron a vivir la fiesta como una celebración de la libertad y la alegría, con respeto por la tradición pero muchas ganas de probar y saltar en charcos nuevos. Así, con amigos, se lanzaron a crear chirigotas con una fuerza y una inocencia gamberra desconocidas hasta entonces. En su caso llegaron primero Los feicios (1987) y luego una retahíla de risas provocados por un humor blanco y físico, en el que la gestualidad, las muecas, de los chirigoteros jugaba un papel tan esencial como en el cine mudo. Pa ke semurái de risa, Los Jackson beybe, Esto está amañao, Caimán, Los aleluya...

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El Sheriff, con el personal del Mesón Río Pas que le ha dedicado el 'salón del pregonero'.   GERMÁN MESA

Con muchos de sus contemporáneos -Love, Cabra, Erasmo Ubera, los hermanos Cornejo, Selu, Juan Carlos Aragón, Yuyu- tiene en común haber llegado a la memoria de los aficionados desde una zona sin pedigrí carnavalesco. Nada de La Viña, ni Santa María, Conil, Puerto Real, La Isla o El Puerto. Juan Manuel Braza Benítez El Sheriff (Cádiz, 1968) es vecino de esa patria estrecha llamada Puertatierra, de Extramuros, donde las familias gaditanas de clase obrera se asentaron masivamente en el último tercio del siglo XX. El Avecrem, La Laguna, Puntales o Loreto. En este último barrio, el suyo desde siempre y todavía, El Sheriff es virrey emérito. En el bar por el que para hace décadas, el más cercano al local de ensayo, le han puesto su nombre ('pregonero') a un salón. "A otros les ponen una calle o una plaza", admite con una sonrisa que ha convertido en imagen de marca. Pocos autores generan unanimidad alrededor de la expresión buena gente.

Este martes 9 de enero participa con su grupo en la sesión de apertura del Concurso Oficial de Agrupaciones (COAC) 2024 y justo un mes después, el 9 de febrero, dará el pregón que dé paso a la fiesta multitudinaria en las calles. Será con un espectáculo ambientado en un saloon, el mote manda, y con un tributo a las legendarias chirigotas de los 90 como hilo conductor. Los numerosos historiadores de la fiesta gaditana tendrán que aclarar si otra persona, viva o muerta, pudo decir alguna vez que levantaron el telón del Falla y el de San Antonio en el mismo año.

Su chirigota de 2024, 'El grinch de Cai', abre el Concurso del Falla, es una de las que actúa en la primera sesión de este 9 de enero. Su pregón abrirá la fiesta en la calle un mes después, el 9 de febrero. ¿Cómo sobrelleva dos preparaciones tan intensas?
Esto es lo que pasa cuando te nombran pregonero a cuatro meses del Carnaval. Resulta que ya llevaba un mes ensayando con la chirigota. No le podía decir al grupo que no seguía cuando ya habíamos empezado. Si me dicen con más tiempo lo del pregón, quizás me hubiera pensado lo de la chirigota. Habríamos descansado este año y nos habríamos dedicado todos al pregón pero tengo unos grandes amigos que me ayudan a llevar las dos cosas. El pregón no va mal. La parte técnica está lista. Elegimos la productora, Pasarela, que tiene experiencia con otros pregones porque hizo los de Love, Julio Pardo, Merche, el de Quiñones del año pasado… Yo no quiero cobrar un duro pero sí que me den lo necesario, las herramientas, para que se haga algo bueno, que esté a la altura. Que si yo digo que he pensado poner un árbol en mitad del escenario, no me den una maceta.

Sucede en la función de abrir la fiesta de la calle a otro legendario autor de Extramuros, Joaquín Quiñones.
Me llamó para explicarme cómo fue el año pasado. Hemos hablado de la línea a seguir, más o menos, con la experiencia de la productora y la que yo pueda tener. Será un pregón carnavalero, de Cádiz. Yo soy de chirigota y tengo más de un carnaval. Lo voy a llevar todo enfocado a la alegría, alrededor de un tema. Quiero que encaje todo alrededor.

¿Qué opina de aquel viejo debate sobre alternar, como pregoneros, a grandes de la fiesta con artistas llegados de fuera de Cádiz?
Siempre he dicho que soy respetuoso con todo el que hace un pregón a Cádiz mientras lo haga con cariño y respeto. Me da igual de donde sea si el pregón está trabajado, si no se lo toma a cachondeo. Si es así, se le recibe con los brazos abiertos. Cádiz es una ciudad hospitalaria. Y creo que el gaditano, cuando ve algo bien hecho, lo valora. Pero, sinceramente, si yo tengo que hacer una obra en casa y tengo las herramientas no me voy a buscarlas a un centro comercial. Manuel Carrasco se estaba barajando para ser pregonero y también sería acertado. Es un tío que quiere a Cádiz, al carnaval, lleva por bandera Huelva, que es una tierra muy carnavalera. Pero si yo tuviera que elegir, entre los autores y la gente del carnaval me salen 20 pregoneros. Por ejemplo, El Noly entre los de los de siempre y algo más jóvenes, Bienvenido, Tino Tovar que también llevan 30 años en esto. Yo cumplo 38 años saliendo en 2024.

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Braza Benítez sonríe junto al 'salón del pregonero' que han puesto a su nombre en un bar de su barrio, Loreto.   GERMÁN MESA

El pregón coincide con un aniversario redondo de 'Caimán', la chirigota que marcó una época y a su grupo para siempre.
Este año se cumplen 30 desde que salió Caimán, es de 1994. Hemos reunido a 12 de los componentes de aquella chirigota, están ensayando y algo habrá en el pregón. Fue un año muy bonito, con Las viudas, Los titis y Caimán en la final de chirigotas. Tres primeros premios reunidos el mismo año. Fuimos terceros pero la chirigota quedó. Caimán me dio mucho. Mucho. Fue un pelotazo. Coincidió con una genialidad de Selu, con un chirigotón clásico de Noly. Aquello se gozó muchísimo. Y nosotros llevábamos un pasodoble bonito, el tipo conectó y el repertorio hacía reír mucho. Llevábamos un batallón detrás. Entre los niños y la gente joven arrasó. Fue un fenómeno. Recuerdo una vecina que me pidió la cinta de casette porque se le había roto la suya de escucharla varias veces todos los días y su niño chico sólo comía si escuchaba Caimán. Estaban agotadas y la necesitaba porque o la ponía o el chiquillo no abría la boca. Fueron años muy bonitos para la chirigota. Yo creo que incluso le echaba la pata por encima a la comparsa, que venía de arrasar en los años 80. El pregón va a estar enfocado a los años tan fuertes de la chirigota en los años 90, que fueron cumbre. Creo que no ha salido publicado en ningún medio pero bueno, lo digo ahora.

El pregón será un homenaje a los autores y grupos de hace 30 años, con 'Caimán' al frente

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El célebre chirigotero afronta el debú en el Concurso de 2024 este martes y justo un mes después, el pregón.  GERMÁN MESA

Todo alrededor de la chirigota, ¿nunca le ha tentado otra modalidad?
No, no he salido nunca nada más que en chirigota. La verdad es que me gustaría vivir la experiencia de una batea un domingo de coros. Eso lo tengo que probar. Escribir sí he escrito para otras modalidades. Sobre todo música, también para muchas comparsas.

¿Arrastra usted fama de hacer pasodobles muy melodiosos, 'acomparsados'?
Es que un pasodoble de carnaval es un pasodoble al margen de la modalidad. Que sea de chirigota o de comparsa no lo cambia. Sólo hay que recordar los de Noly en aquellos años 90, los de las chirigotas de Juan Carlos Aragón, Las ruinas romanas, Kadi city. Eran increíbles. A mí me gustan los pasodobles de comparsa y de chirigota. También me encantan los que se hacen con el humor como base, como los de Selu.

Habla mucho de una época de esplendor de la chirigota, ¿entiende que ese tiempo se acabó, que ya no está en el mejor momento?
Ha pasado un tiempo y se han ido algunos muy grandes pero si te das cuenta, seguimos los mismos, casi la misma generación salvo Yuyu o Selu cuando han parado. Apenas hay savia nueva abriendo camino y a mí me gustaría que viniera más gente empujando. Entre aquellos 90 y ahora se incorporó con mucha fuerza Vera Luque, luego aparecen Barranco, Bizcocho, Puerto Real, otros más, pero la forma de escribir es distinta, aunque me encanta. Todo ha cambiado mucho. El mundo ha cambiado, la vida, no sólo el carnaval.

"Una parte del repertorio tiene que ser localista. Es fundamental. Como se pierda, se pierde el carnaval"

¿Es de los que lamenta o agradece que cada vez más grupos, autores y aficionados sean de más allá de Cortadura y Matagorda?
Creo que una parte del repertorio, del carnaval, tiene que ser localista. Los buenos autores y aficionados que vienen de otros lugares se informan de lo local y lo comparten. Esa parte localista es fundamental. Como se pierda, se pierde el carnaval. Esa parte local y los grupos locales se tienen que mantener siempre como una pata de la mesa, aunque haya otras más.

¿Entonces un grupo de Granada o de Santoña tiene que hablar de la actualidad de Cádiz o decir lo bonita que es una playa local?
Yo entiendo que sí. Vienes al carnaval de Cádiz, al concurso de Cádiz, y tú le tienes que cantar a Cádiz. Ellos lo saben, lo aceptan, es la tradición de la que se han enamorado. De hecho, todos le cantan a Cádiz. Me parece que debe ser así. Con el paso de los años, también es verdad que todos los grupos, los de Cádiz y los de cualquier lugar, hemos tenido que aprender a diversificar letras, a concursar de otra forma, a pensar que si llevo ocho pasadobles fuertes, no todos pueden ser guerrilleros ni piropos, ni todos políticos, o sociales, ni todos locales ni todos nacionales. Habrá que tener dos, dos, dos y dos. Eso es igual para todos los grupos, da igual de donde sean.

Esa generación de chirigoteros que brilló en los 90, de la que habla, ha convivido con la mayor explosión del carnaval callejero, el ilegal. ¿Son las callejeras las que mantienen con más fuerza esa esencia loca, el carácter diferenciador?
Desde luego que sí pero también nosotros, los del Concurso del Falla. Desde siempre hay grupos que no aceptan contratos fuera de Cádiz durante la semana de carnaval para poder cantar en Cádiz. O aceptan pocos, y cerca, para poder cantar en Cádiz. Y van a San Agustín, o a La Viña, y cantan en la peña La Estrella. Nosotros tenemos la tradición de acabar allí el domingo de piñata. Los tablaos también son calle porque ahí puede escucharte otro público, más mayor, o con niños, a otras horas, algo más cómodo. Pero si me llaman de El Bosque con 3.000 euros, igual tengo que ir y volver porque todo lo que cogemos de la semana de carnaval es para pagar los gastos que ya tenemos de antes, tipo, autobuses, artesanos…

"El carnaval de la calle está cogiendo mucha fuerza y entre todos estamos intentando que no se convierta en un botellón"

¿Se resiste a la nostalgia, a pensar que cualquier febrero pasado fue mejor?
El tiempo va pasando en todo, para todos. Tiene su carga positiva y negativa. En los últimos 20 años el carnaval ha perdido improvisación. Está todo más mecanizado. Es más difícil escribir. Tienes que llevarte el humor a tu terreno, a tu estilo, porque un chiste de barra de bar, por bueno que sea, está en las redes sociales a los dos minutos y totalmente quemado a los cuatro minutos. Una vez acaba el Falla, el carnaval de la calle está cogiendo mucha fuerza y entre todos estamos intentando que no se convierta en un botellón. En eso se está poniendo mucho hincapié porque ese problema lo tienen todas las ciudades, todas las fiestas, todas las ferias, hasta los fines de semana normales. Es lo principal, que la calle no sea un botellón porque entonces la esencia se pierde, se va.

¿También hay algo de saturación en el mundo de las chirigotas callejeras?
Es verdad que cada vez vienen más agrupaciones a la calle. Pero la calle también tiene sus reglas. No es lo mismo cantar uno cerca de otro si van igual que ponerte con bombo y caja al lado de tres criaturas que cantan con una clave, o a dos que sólo llevan una guitarra. Los matas. La ventaja es que en la calle vale todo. Hay muchos grupos que vienen a pasar dos noches, a pasarlo bien, y da igual lo que canten, les da igual la reacción de la gente. Sin embargo, en el Falla llegas con una ilusión enorme, con una responsabilidad enorme. Cuando ves que aquello no funciona, que te abuchean o no se ríen te vas con mal cuerpo. Qué mal rollo. Pasas un mal rato. Eso no sucede en la calle.

Hace pocos años dijo que se planteaba parar unos años o retirarse, ¿el pregón y lo que supone de reconocimiento a su trayectoria pueden ser una buena ocasión para tomarse un descanso?
Cuando dije eso, fueron varias veces, tenía un bajonazo por motivos personales. Me costaba sacar la chirigota. Falleció mi padre. Cuando ensayábamos, yo sabía que por desgracia iba a fallecer ese año, o el siguiente, por la evolución de la enfermedad que tenía, cáncer. Aquella etapa ya pasó. Ahora estoy en un momento diferente pero también tengo claro que cuando vea, dos años seguidos, que no conecto con la gente, me aparto del escenario sin decir nada. Al principio, hace 38 años, cuando yo empezaba, los de mi edad veíamos antiguo a Juan Rivero. A lo mejor los jóvenes me ven antiguo a mí ahora y me tengo que apartar. Pero haría otras cosas. Veo muy difícil que deje de escribir, de colaborar, ayudándome de savia nueva estupenda, como ahora con Roberto, con Juanito Blanco. Algo haría. Ahora mismo no me veo dejando la chirigota.

Sobre el autor:

Afot

José Landi

Nacido en Cádiz, en 1968. Inicia su trayectoria en 1990. Columnista, editorialista, redactor, colaborador, corresponsal o jefe de área en 'Guía Repsol', 'El Periódico de la Bahía de Cádiz', 'Cádiz Información', 'Marca', 'El Mundo' y 'La Voz de Cádiz'. Ha colaborado en magacines o tertulias de Canal Sur radio y tv, Cadena SER, Onda Cero y COPE. Premio Paco Navarro de la Asociación de la Prensa de Cádiz en 1997 y 2012 (a título colectivo). Premio Andalucía 2008 a la mejor labor en internet (colectivo). Ganador del I Premio de Relatos Café de Levante. Autor de la obra de autoficción 'Ya vendrán tiempos peores' (2016). Puso en marcha el proyecto de periodismo gastronómico 'Gurmé Cádiz' y mantuvo durante diez años blogs como 'El Obélix de San Félix' y 'L'Obeli'. Forma parte del equipo que realiza el podcast de divagación cinematográfica 'A mitad de sala'.

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