El carnaval de Cádiz es una fiesta del pueblo, de la gente. Más allá de la profesionalización alrededor del concurso, la televisión y los contratos, en el carnaval callejero quedan muestras del carnaval originario: disfrazarse, sacar adelante un repertorio y representar con mucho arte.
Una niña de cuatro años y su padre han sacado adelante un romancero cumpliendo con ese aire clásico. Un repertorio donde no es el padre quien tiene la voz cantante, sino la niña, que se ha aprendido y disfruta del repertorio, como se puede apreciar en un vídeo.
Representan con su romancero a una 'sirenita caletera', bajo el nombre de 'Tritón, aquí está tu hija'. En un vídeo, puede verse que han dado un pase en estos días bajo la estatua de Moret.
@sotebaro Candela con 4 años y su padre han hecho este romancero para que disfrutéis ❤️❤️
♬ sonido original - sotebaro
"Déjame salir a la playa, o te juro por mi salud, que me cuelo ahora mismo con todas las de We can do", le llega a decir en una parte del repertorio, en el que el padre de la sirenita quiere impedir que la niña se haga humana, a pesar de estar "harta de agua". Al final, Tritón accede, porque "le puse las dos piernas que encontré de un maniquí".
En una gran conexión con el público viendo el pase, estos, cuando dan la vuelta al cartelón -típico de los romanceros-, en lugar del grito de 'cabrón' que popularizó el Yuyu en el teatro, todos han gritado 'cazón'.
Una muestra más de que el arte del carnaval de Cádiz tiene que ver con la gran música y letra que se aprecia en el teatro, sus golpes de humor e ingenio, pero también, con lo que ofrece la calle.