El Ayuntamiento de Cádiz, a través de la delegación de Memoria Democrática, organiza una conferencia de Eliane Ortega Bernabéu y Antonio Benítez Barrios que, bajo el título El exilio republicano y los campos de concentración en Argelia y Marruecos (1939-1943), tendrá lugar el próximo día 21 de octubre en la Casa de Iberoamérica, a las 19.00 horas, y contará con la moderación de Felipe Barbosa.
El concejal de Memoria Democrática, Martín Vila, ha señalado que con esta iniciativa “estamos profundizado en una de las cuestiones que han pasado inadvertidas a lo largo de la historia, como fue la vida y el pasado de los españoles republicanos en el exilio a través de los campos de concentración del norte de África, fundamentalmente en Argelia y Marruecos”.
Vila ha incidido en la importancia de la divulgación “para profundizar en la recuperación de la memoria”, abordándose en este caso un tema que conecta con la actualidad, pues, “por desgracia, hay pueblos en el mundo que están viviendo en sus propias carnes lo que es el exilio, como es el caso de Siria y de otras regiones de Oriente Medio”.
Eliane Ortega es hija y nieta de exiliados republicanos españoles en Argelia, nació, residió y convivió en Orán con los protagonistas del exilio. Convivió hasta 1972 entre magrebíes, franceses y españoles, con familias que tuvieron que huir de la represión franquista. Desde hace unos años investiga sobre el exilio republicano hacia Argelia, los campos de concentración galos y otros asuntos relaciones con el propio lugar.
En la conferencia se hará mención a la salida desesperada de Alicante en 1939, la conocida como ‘desbandada final’, la dramática travesía de los barcos del exilio, la llegada a Orán o la desastrosa desorganización de los centros de internamiento, también llamados campos de la muerte. Se trata, por tanto, de un capítulo de la historia universal contemporánea, desconocido y que siente la conferenciante “la responsabilidad de plasmar para la posterioridad los testimonios”.
Este relato, además, está acompañado de fotografías que reflejan el drama de estos españoles en el Magreb, colonizado por Francia. Más de 20.000 hombres deseosos de libertad abandonaron su país, intentando salvar la vida y sus sueños, exiliándose forzosamente al Norte de África. Allí se convirtieron en esclavos bajo el irónico nombre de GTE (Grupo de Trabajadores Extranjeros), y elegidos para construir El transahariano, una obra de ferrocarril de tal envergadura que atravesaría los actuales países de Marruecos, Argelia, Mali, Nigeria y Senegal, llegando hasta el puerto de Dakar.
Un proyecto colosal que facilitaría el transporte de armas y materia prima mineral en el contexto de la II Guerra Mundial. Las minas se expandían a ambos lados de la columna vertebral, que formaba la vía, y eran explotadas con el trabajo incesante de estos prisioneros de guerra.
Estos campos a pie de raíl y estas minas del actual Marruecos han sido el punto de partida de Sueños en la Arena. El objetivo principal, según cuenta el fotógrafo, es devolver a la historia, “la historia de estas personas es un deuda que mantenemos con nuestros antepasados, porque hacer visible este infierno será el comienzo para sanar incontables heridas”.