Aparcar en Cádiz es un suplicio, y eso lo sabe cualquiera que alguna vez haya ido a la Tacita de Plata con su vehículo privado. Una problemática que no hace más que acrecentarse en carnaval, cuando tantas miles de personas desembarcan en la ciudad.
A eso se une el lío de colores de las zonas de aparcamiento en la calle. Si ve color verde y es forastero, olvídese, es una plaza solo para residentes. La zona azul, que es más escasa, sirve para aparcar aunque con límite de tiempo. Es la zona de aparcamiento habitual en todas las ciudades, con ticket en máquina. Y hay una zona naranja que es mixta, para residentes, pero también para pago con ticket.
Además, hay varios aparcamientos subterráneos a lo largo de la ciudad. Dentro de Cádiz-Cádiz, cerca del muelle, de Astilleros y de la estación de trenes se puede intentar aparcar pagando. También, fuera del casco histórico, en la avenida, entre Puertas de Tierra y el Hospital, hay varios aparcamientos.
Una de las posibilidades de aparcamiento gratuito es Zona Franca. Ubicado a la entrada de Cádiz por el puente Carranza, en esta zona aparcar es gratis. Además, ha surgido una problemática, y es que en terrenos dentro del recinto hay un solar que ha sido abierto sin permiso y donde aparcan coches. Es el terreno donde se ubicará en el futuro el nuevo hospital, que está en plena disputa sobre si actualmente es gestionado por ZF o por el Ayuntamiento. En Puntales, hay varios solares cerca de la zona de talleres.
En cualquier caso, para evitar sustos -e incluso alguna multa llegado el caso-, lo mejor es aparcar en zona azul o naranja, en zonas que no cogen tan retiradas del 'mogollón' carnavalesco, como la Punta de San Felipe, detrás del muelle, o en barrios populares de la ciudad -El Trille, por ejemplo-, para, desde ahí, coger transporte público.
Si viene para echar el día y no la noche, no es mala opción tratar de aparcar en San Fernando o Puerto Real y tomar el Cercanías para volver, o el Trambahía, que permite aparcar también en Chiclana.