La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial a un hombre de 89 años como presunto autor de un delito de maltrato animal. El octogenario está acusado de disparar con una carabina de aire comprimido al gato de su vecina en el municipio granadino de La Zubia, provocándole graves lesiones.
Según ha informado este jueves el instituto armado, el animal recibió tres impactos de balines de plomo, uno de los cuales se alojó en el interior del cráneo, causándole daños significativos en el ojo izquierdo. A pesar de la agresión, el felino consiguió regresar a su vivienda, donde su dueña lo encontró ensangrentado.
Detectó el disparo en el veterinario
La propietaria, alarmada por el estado del gato, lo trasladó inmediatamente a un centro veterinario. Allí, los especialistas descubrieron los tres proyectiles incrustados en su cuerpo, confirmando que se trataba de disparos efectuados con un arma de aire comprimido.
Ante la gravedad de las heridas y tras el diagnóstico veterinario, la mujer decidió interponer una denuncia ante la Guardia Civil. Junto con la denuncia, aportó los balines extraídos del cuerpo del animal, lo que sirvió como primera prueba para iniciar una investigación.
Los agentes del instituto armado comenzaron entonces las pesquisas en el entorno de la vivienda de la denunciante. Los indicios apuntaban a que los disparos se habían realizado desde una casa cercana, lo que llevó a los agentes a centrar sus esfuerzos en identificar al responsable.
Tras diversas averiguaciones, la Guardia Civil logró localizar a un vecino del entorno, un hombre de 89 años, como posible autor de los disparos. Los agentes comprobaron que el individuo poseía legalmente una carabina de aire comprimido del calibre 4,5 milímetros.
Este calibre coincidía exactamente con el de los proyectiles hallados en el cuerpo del animal, lo que reforzó las sospechas de los investigadores. Con estos datos, los agentes procedieron a la puesta a disposición judicial del sospechoso.
El caso ha sido trasladado a la autoridad judicial correspondiente, que deberá determinar ahora las posibles responsabilidades penales del acusado. Por el momento, se le imputa un presunto delito de maltrato animal.