Un juzgado de Granada está investigando a seis policías locales de la capital para determinar si revelaron o no datos de una mujer víctima de violencia de género a su expareja. Lo relevante del caso es que, además de tratarse de un maltratador, la persona que supuestamente había recibido la filtración también es miembro de la Policía Local en la misma ciudad.
Según ha publicado El Independiente de Granada, el Juzgado de Instrucción número 4 comenzó la investigación a partir de una denuncia de la víctima ante la Guardia Civil. La mujer afectada está dentro del sistema de protección de víctimas de violencia de género, donde se hace un seguimiento de la situación de estas mujeres para establecer el riesgo que sufren de cara a sus maltratadores.
La investigación
Aunque el sistema comenzó bajo la custodia de la Policía Nacional y la Guardia Civil, recientemente también se ha sumado la Policía Local para ampliar la cobertura. Las actuaciones del juzgado han llegado a la investigación de varios miembros del Cuerpo en Granada. El supuesto agresor es un agente y cuenta con medidas de alejamiento y un dispositivo de control por orden del juzgado.
Lo que ahora analiza la Justicia es si este agente, que ha roto en varias ocasiones la orden de alejamiento, podía acceder a información privilegiada para conocer todos los movimientos de su víctima. Esta situación ha hecho que se ponga el punto de mira en otros agentes que pudieron facilitar los datos sensibles.
Para aclarar esta circunstancia, el juez ha pedido a la Secretaría de Estado de Seguridad una auditoría para comprobar quién ha consultado los datos y ha hecho un uso incorrecto de ellos. Entre seis agentes han realizado 50 consultas sin justificar. La explicación, según el citado medio, fue que se hicieron para obtener información para tramitar el expediente disciplinario del presunto agresor. No obstante, el seguimiento de esta víctima en concreto dependía de la Guardia Civil.