El Ayuntamiento de Montefrío, en Granada, ha vivido este lunes un giro inesperado en su gobierno municipal tras la aprobación de una moción de censura que ha supuesto el relevo del hasta ahora alcalde, Óscar Fernández, de Comprometidos con Montefrío. Con siete votos a favor y seis en contra, la oposición ha logrado desbancar al regidor, en una sesión plenaria que ha estado marcada por la tensión y la expectación entre los vecinos del municipio.
La clave de esta reconfiguración política ha sido el apoyo del concejal del Partido Popular, Joaquín García, quien hasta ahora formaba parte del equipo de gobierno local. Su respaldo a la moción de censura ha sido interpretado por diversos sectores como un acto de represalia personal, después de que su relación sentimental con Natividad Pimentel, también edil del PP, llegara a su fin. Este desencuentro ha sido el detonante de una crisis que ha sacudido al consistorio y ha reconfigurado el mapa político de la localidad. García ya ha negado este extremo, asegurando que la decisión solo obedece a criterios políticos.
El hasta ahora alcalde, Óscar Fernández, gobernaba en coalición con el Partido Popular hasta la fractura interna del grupo. La ruptura sentimental entre los dos concejales del PP derivó en la decisión de Joaquín de apoyar la iniciativa de la oposición, lo que dejó sin mayoría al ejecutivo municipal y facilitó la aprobación de la moción. La nueva regidora será Remedios Gámez, del PSOE, quien ya ocupó el cargo en etapas anteriores.
El episodio ha desatado una gran controversia en la localidad, donde numerosos vecinos consideran que los intereses personales han primado sobre los políticos. En declaraciones a medios locales, algunos habitantes han manifestado su descontento con la situación, destacando que no se debería condicionar el futuro del Ayuntamiento por motivos ajenos a la gestión municipal. "Esto no es una cuestión de proyectos o de ideología, sino de una disputa personal", afirmaba una residente en un programa televisivo.
Desde el Partido Popular, el malestar es evidente. La ruptura en el seno del grupo municipal ha supuesto una pérdida de poder y un cambio de rumbo inesperado en el gobierno de Montefrío. Natividad, la concejal afectada, ha preferido no hacer declaraciones públicas, mientras que la dirección regional del partido evalúa las repercusiones de lo ocurrido. En cambio, Joaquín defiende que su decisión responde a motivos de discrepancia en la gestión municipal y no a cuestiones personales.
"Devolver la confianza a los ciudadanos"
El nuevo equipo de gobierno, liderado por Remedios Gámez, ha asegurado que trabajará por la estabilidad y la continuidad de los proyectos municipales. La alcaldesa entrante ha manifestado su intención de "devolver la confianza" a los ciudadanos y garantizar el funcionamiento de la administración local, que en los últimos días ha estado marcada por la incertidumbre.
Mientras tanto, en Montefrío la división persiste. El cambio de gobierno ha generado reacciones encontradas entre los vecinos, que debaten sobre las consecuencias de este episodio tanto en el ámbito político como en el social. "Se está hablando más de la vida personal de los concejales que de lo que realmente necesita el pueblo", comenta otro residente, en referencia a la repercusión que ha tenido el caso más allá del ámbito institucional.
El desenlace de esta situación deja en evidencia cómo las dinámicas personales pueden influir en la política municipal, afectando la estabilidad de los gobiernos locales. Aunque la nueva alcaldesa asume el cargo con el respaldo de la oposición, la situación política en Montefrío seguirá siendo objeto de atención en los próximos meses. La gestión de esta crisis y la capacidad del nuevo equipo para gobernar serán claves para determinar el futuro de la localidad.
La transición de poder ha sido rápida, pero no exenta de controversia. La moción de censura se ha saldado con un cambio de gobierno que, según diversos analistas locales, podría reconfigurar alianzas y estrategias de cara a futuros comicios. En un escenario donde la estabilidad política se ve amenazada por factores personales, el reto de la nueva alcaldesa será reconstruir la confianza en la gestión municipal y evitar que las disputas internas sigan condicionando el futuro del municipio.