La Hermandad de la Lanzada de Ayamonte (Huelva) ha vuelto a cumplir con lo que es ya toda una tradición en la referida corporación. Los hermanos costaleros reciben, antes de comenzar la Carrera Oficial, un dulce avituallamiento.
El programa Andalucía en Semana Santa de Canal Sur Televisión ha recogido el instante en el que una colaboradora de la hermandad reparte susos de crema y de chocolate para que los costaleros "se vengan un poco arriba".
"Todos los años se les da un poco de azúcar antes de entrar en Carrera Oficial", ha añadido. Los dulces son regalados por gente anónima y, en ocasiones, por los propios hermanos que colaboran en esta sabrosa tradición que siempre ayuda a tomar con más fuerza el resto de estación de penitencia.
Las gastronómicas tradiciones de la Semana Santa
Durante la Semana Santa, Andalucía se convierte no solo en epicentro de fervor religioso, sino también en una muestra viva de su patrimonio gastronómico. La tradición impone una cocina de platos como el potaje de vigilia —a base de garbanzos, espinacas y bacalao— o las populares torrijas, elaboradas con pan asentado, leche, huevo y azúcar. Cada provincia aporta matices únicos: en Sevilla se conservan recetas conventuales; en Córdoba, el bacalao en salazón es protagonista; y en Granada, los dulces moriscos dejan su huella en la repostería cuaresmal.
Más allá de su valor gastronómico, estas tradiciones mantienen un fuerte arraigo social y familiar. Las recetas se transmiten de generación en generación y muchas cofradías organizan sus propios almuerzos o meriendas en días señalados de la semana, reforzando la dimensión comunitaria de estas celebraciones. En muchas casas, la preparación de dulces típicos como las referidas torrijas o los roscos fritos se convierte en un ritual compartido que acompaña el recogimiento religioso. Así, la gastronomía de Semana Santa en Andalucía trasciende lo culinario para convertirse en una expresión más de identidad cultural.