Con mucho esfuerzo y sacrificio, Manuel Vargas Soto intenta sacar adelanta su taberna Los Manueles, situada en la calle Pizarro de Jerez. Un establecimiento hostelero que destaca por la esencia de lo puro de la cocina gitana.
En los últimos tiempos, Manuel se está encontrando con un contratiempo que le está afectando mucho, tal y como ha denunciado ya en varias ocasiones en sus redes sociales. Y es que, este hostelero se está encontrando con una vecina que no para de ponerle trabas para que su negocio siga adelante.
“Otra más de esta señora. Agua con lejía por la ventana para que caiga en plena calle, cortando el acceso a toda persona que quiera entrar en nuestra taberna. A ver si Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Jerez toman medidas de una vez”, ha pedido Manuel.
Ya el pasado mes de enero, el dueño de Los Manueles manifestaba estar muy cansado. “No podemos más con el daño que nos está haciendo a nuestra salud mental. Resulta que después de habernos gastado un dineral en cumplir con la normativa acústica, esta señora nos denuncia una y otra vez a todas las autoridades: Urbanismo, Medio Ambiente, Sanidad, etc. Es verdad que tal y como vienen, se van, ya que tenemos todas nuestras licencias al día, registros sanitarios, veladores, apertura y cumplimos rigurosamente con la transitabilidad de los productos, las temperaturas de las neveras, la congelación y descongelación de productos. Cumplimos con absolutamente todo”.
Sin embargo, esta vecina, como denuncia Manuel, “nos amenaza con cerrarnos el local, nos insulta y nos vulnera el derecho a la libertad de ejercer nuestro trabajo. Nos sentimos desprotegidos por las autoridades y por la comunidad de vecinos”.
Este hostelero ha pedido “a la alcaldesa, al Ayuntamiento de Jerez y al defensor del pueblo que nos escuchen. Solo queremos trabajar y ganarnos la vida honradamente, pero no nos dejan”.
