El centro de salud Jerez Centro vuelve a tener un problema con sus ascensores después de una semana, cuando coincidieron ambos averiados.
"La Administración lo único que ha hecho es poner parches al asunto, con los consecuentes y continuos problemas que sigue acarreando a los usuarios y profesionales del centro, por lo que se necesita una solución urgente", denuncia UGT en una nota.
El sindicato destaca que el ascensor averiado y reparado hace unos días, sigue dando problemas y quedándose parado. "Ayer se volvió a quedar parado dejando a usuarios que iban en sillas de ruedas en plantas más altas, provocando el problema de cómo se iba a bajar ahora. La semana pasada se quedó parado con usuarios dentro y cuando está funcionando, los profesionales nos trasladan que hace ruidos extraños, por lo que les da miedo montarse por si se quedan encerrados", detalla en una nota.
UGT ha criticado duramente la falta de medidas efectivas para solucionar estos problemas, que no solo afectan a la accesibilidad, sino que también suponen un riesgo para la seguridad de usuarios y trabajadores. Por ello, insiste en que las reparaciones realizadas hasta ahora son meros "parches" y exige una solución definitiva, ya sea mediante la reparación completa o la sustitución de los ascensores.
Otras incidencias en el centro de salud
Los problemas de mantenimiento no se limitan a los ascensores. En el servicio de farmacia del hospital, las campanas donde se preparan las quimioterapias llevan días averiadas, lo que ha obligado a trasladar esta actividad al Hospital de Puertas del Sur. Además, según señala, la campana utilizada para preparar las nutriciones de los pacientes, aunque sigue en funcionamiento, sufre filtraciones de agua debido a una gotera en el techo, lo que compromete las condiciones de trabajo y la seguridad.
Ante estas situaciones, UGT ha acusado a la gerencia del centro de hacer "oídos sordos" a sus demandas de medidas urgentes y eficaces. El sindicato advierte de que la falta de mantenimiento no solo dificulta el desempeño de las funciones del personal, sino que también pone en riesgo la salud y la seguridad tanto de los profesionales como de los pacientes. La situación, según UGT, refleja un patrón de desatención que requiere una intervención inmediata por parte de las autoridades competentes.