El 14 de julio de 2021, la comisión de Cultura del Parlamento de Andalucía aprobaba por unanimidad la compra de los terrenos donde se asienta el yacimiento arqueológico de Asta Regia. Casi un año después de aquel compromiso, el presidente de la plataforma, Francisco Núñez, lejos de mostrarse contrariado por el tiempo transcurrido, subraya que tiene la constancia de que “el compromiso sigue adelante y se concretará en esta legislatura la compra del yacimiento”.
Núñez entiende que las “cosas de palacio van despacio. Hay que poner en marcha los procedimientos y demás. En definitiva, vamos por el buen camino”. Alude a una reciente entrevista con la delegada del Gobierno andaluz en Cádiz, Ana Mestre, en la que no eludió el pacto alcanzado pero vinculando su cumplimiento al nuevo Gobierno y a la dotación presupuestaria. En esencia, la Junta de Andalucía, tras el acuerdo en comisión, acometerá la adquisición de los terrenos —unas 70 hectáreas— donde se levanta el yacimiento de Asta Regia, paso indispensable para poner en valor en el futuro un tesoro arqueológico bajo el subsuelo.
“Esperamos que la promesa verbal de los políticos se cumpla. Pero hasta que no vea excavando no me lo creeré”, manifiesta Francisco Núñez que, abundando en la cuestión historicista, asegura que el enclave despierta “intereses extraños”: “Si se descubre la presencia de Tartessos, hay nueve civilizaciones una debajo de otra. Eso cambiaría mucho lo que ya se da por hecho en cuanto al pasado de nuestra tierra”. Son unas 300 hectáreas de terreno, una ciudad amurallada de más de 100 hectáreas, muelles, teatro romano… “posiblemente la ciudad más grande, algo que delata su gran necrópolis”, acentúa el presidente de la plataforma: “Esto significaría un bombazo a escala internacional”.
En un artículo publicado por lavozdelsur.es, se cuenta que el historiador jerezano Manuel Esteve Guerrero, con más ilusión que medios, organizó unas catas en los años 40 del siglo pasado y como respuesta a su empeño por parte de las altas instancias encontró una reacción que ha pasado a la posteridad: "¡Deje usted de excavar, que vamos a tener que cambiar la historia!". Efectivamente, todo el mundo está convencido de que el legado de más de 2.000 años de antigüedad de (H)Asta Regia puede modificar la historia de Jerez y el Bajo Guadalquivir, pero de momento todo está oculto a casi cuatro metros bajo tierra.
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