Felipe Benítez Reyes es el autor que protagoniza la entrevista de febrero de Autores del sur. El escritor, nacido en Rota (Cádiz), es un escritor muy polifacético. En concreto, su extensa obra abarca la poesía, novela, el relato, el articulismo, el ensayo y el artículo de opinión.
A pesar de ser un escritor versátil que es capaz de enfrentarse con muchos géneros de la literatura, Benítez ha reconocido en declaraciones a La Biblioteca de Selene que en ninguno de ellos termina de encontrarse cómodo porque “la escritura no es cómoda en ningún caso. Escribir literatura es bastante difícil”. Por ello para él no existe una rutina de trabajo, sino “un trabajo a tiempo completo”.
Cuando está trabajando en alguna de sus obras asegura incluso soñar con ellas y no se trata, en ningún caso, de sueños apacibles. “Sueñas, no sé, que le das a una tecla equivocada y se te borra todo. Sueñas que, justo antes de poner el punto final, te sale ardiendo el ordenador. Sueñas que te mandan las pruebas de imprenta y resulta que has puesto mal todos los adjetivos. Ese tipo de alegrías”.
El autor roteño ha ganado multitud de premios a lo largo de su carrera literaria. Aunque no por ello le tiene más cariño a una de sus obras por encima de las otras. En su caso, ha preferido quedarse con sus procesos de escritura. “Más bien un buen recuerdo de algunas y algún recuerdo angustioso de otras”. Y a veces estos procesos duran mucho y es imposible hacer una media adecuada. Benítez ha reconocido que la última novela que ha publicado ha visto la luz después de diez años. Según él, “ir cumpliendo años quita ansiedad pero también te vuelve más prudente contigo mismo”.
Felipe Benítez es un autor maduro y experimentado, aunque sigue buscando inspiración. Como muchos otros. En su caso, asegura que en cierto momento, un autor se “afana sobre todo en imitarse a sí mismo”. Cosa que no ocurría en su juventud, cuando sentía especial interés por otros autores como le ha ocurrido a infinidad de autores ya consagrados. Él comenzó escribiendo poemas surrealistas a los 12 o 13 años y los define como “bomba atómica”. Por la mezcla de adolescencia con surrealismo.
De eso hace ya algún tiempo. Pero sigue trabajando incansable. Actualmente, en un libro de poemas que él mismo ha definido como “extraño”, pues tiene algo de “caleidoscopio narrativo”. Cuando no se dedica de lleno él disfruta del cine, la lectura, tocar la guitarra y hacer collages. Aunque asegura que su “tiempo más libre” y más suyo es precisamente cuando escribe. Además de eso, “está esforzándose en la disciplina de no hacer nada, que es una disciplina bastante difícil si no eres budista”.
A la hora de recomendar un libro del año que hace tan poco despedimos ha preferido ser prudente y no dar ningún título concreto. Puesto que son muchos los títulos que ven la luz a lo largo de los meses y para él sería una “temeridad” hacerlo. Aunque si que ha asegurado que uno de sus libros predilectos es David Copperfield de Charles Dickens. “Me cuesta trabajo imaginar que a alguien no pueda gustarle”.
Entre las obras de Felipe Benítez Reyes destaca El azar y viceversa, Las formas de la luna, Cada cual y lo extraño y Mercado de espejismos. Sus libros están traducidos, al inglés al italiano, al ruso, al francés, al rumano y al portugués. Para saber más sobre él, visitad su blog.
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