En 1980, un grupo de chavales decidió que su pasión por la corneta y el tambor merecía tener un nombre. Así nació la Agrupación Musical Santa Marta, en una época en la que la calidad no era aún una exigencia extendida en las hermandades, salvo excepciones que se podían permitir contratar formaciones de nombre y de afuera.
Jerez era aún un terreno casi baldío por conquistar musicalmente. En 1981 sonaba por San Telmo una joven banda que acabaría convirtiéndose en la Cristus Vincit y después la actual de La Sentencia, y desde 1978, la de San Juan también daba sus primeros pasos de la mano de jóvenes de la Hermandad del Cristo del Amor.

La hoy llamada Cristo de la Caridad dio un giro estilístico dejando atrás la moda de la agrupación musical para abrazar el estilo de cornetas y tambores. Quince años como agrupación y treinta como banda actual. Cuatro décadas y media de vida, con etapas de esplendor y otras de incertidumbre.
En una noche estrellada de marzo en una nave alquilada en el polígono El Portal, la banda ensaya como siempre. En formación suenan tambores y cornetas repitiendo marchas, afinando, cortando la interpretación, comenzando de nuevo. Es el día a día que dirige José Luis Pérez Guerrero, el director de la formación.
“En el barrio San Mateo en la hermandad de Santa Marta donde se fundó, todo movido por un grupo de chavales, como en todas las bandas”, recuerda José Luis en conversación con lavozdelsur.es. Aclara que, aunque siempre hubo vínculo con la hermandad, “no hubo separación ninguna de la cofradía”. Simplemente, la banda decidió volar por su cuenta.

Hasta 2023 tocaban tras el Señor de la Caridad. Pero con el cambio de día de la hermandad al Sábado Santo en 2024, esta apostó por otra banda, Rosario de Cádiz. “Ellos han optado por otra banda, al pasar para a otro día. Así lo han querido”, explica sin rencor.
Hubo momentos críticos. Como aquel en el que la falta de músicos les llevó a unirse con la banda del Amor de El Puerto de Santa María. Nació entonces Amor y Caridad. “La banda estaba muy cortita y en vez de perderse, hablamos con la banda del Puerto y nos unimos. Estuvimos dos años juntos”. Luego, La Caridad volvió a alzar el vuelo.
"Nos unimos a la del Amor de El Puerto porque estábamos muy cortitos"
La cantera es ahora clave. “Tenemos una escuela montada en la misma sede de la banda en la que estamos enseñando a los chavales... para que cuando llegue septiembre alcancemos un grupo de veinte o treinta que vamos incrementando cada año”.
Hoy son 85 músicos. Tocan en Jerez cuatro días: Defensión, Flagelación, Ecce Homo y Descendimiento. En esta última llevan 23 años: “Tanto nos estiman que incluso nos nombraron hermanos honoríficos de la hermandad”.

Para José Luis, en Jerez hay afición: “Lo estamos viendo, hay tres agrupaciones más una banda de cornetas y tambores”. Aunque reconoce que retener el talento es difícil: “En Triana han habido hasta tres o cuatro componentes nuestros. En Cigarrera también ha habido cuatro o cinco. Y hoy en día en Rosario hay por lo menos diez componentes”.
Pero hay algo que lo puede todo: “La afición y el amor que tienes por la música de Semana Santa pueden con todas las dificultades”. Los ensayos son intensos. “De lunes a viernes hora y media o dos cada día… empezamos a las nueve y al final son diez o doce horas semanales”. El trabajo es constante. “Estamos prácticamente todo el año trabajando. Termina Semana Santa y empezamos con las Cruces de Mayo, paramos en agosto y comenzamos otra vez en septiembre, haga frío o haga calor”.
Los contratos de Semana Santa permiten sufragar el alquiler, instrumentos, uniformes. “Después la gente dice que es cara la banda; no lo es si se tiene en cuenta todos estos gastos y ojo nadie nos patrocina”.
“Tenemos una escuela en la misma sede de la bandaen la que estamos enseñando a los chavales"
Este 2025 su recorrido es intenso: Domingo de Ramos en Bollullos Par del Condado, el Lunes Santo en Tarifa, martes a viernes en Jerez y el Domingo de Resurrección en Algeciras.

“Todo el mundo nos dice que la banda evoluciona, que la afinación que tiene la banda es muy buena… esa es la recompensa que tenemos”, asegura su director. Aunque lamenta que pese más el número que la calidad, defiende con orgullo: “Nosotros con el número de componentes que tenemos estamos dando buenos resultados en la Semana Santa, porque estamos trabajando bien”.
Y mirando al futuro lanza una reflexión sobre la necesitad de tener una treintena más de músicos: “Esto es como los costaleros, si van justos en la trabajadera y no tienen reserva, ¿cómo va a llegar a una recogida? Pues llegarían arrastrando. En la banda es igual”.