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La batalla de una madre contra el Hospital de Jerez por defender a su hijo: "Esto no debería pasar"

El niño padece problemas de disfagia, no puede alimentarse por la boca y depende totalmente de un botón gástrico, pero un informe médico asegura que sí tolera comidas y olores

Manuela Franco, con su hijo ante la rehabilitación del Hospital de Jerez.
Manuela Franco, con su hijo ante la rehabilitación del Hospital de Jerez. JUAN CARLOS TORO
21 de marzo de 2025 a las 07:21h

Manuela Franco, madre de un niño de siete años con necesidades especiales, ha denunciado públicamente los problemas que ha enfrentado con el área de rehabilitacióndel Hospital de Jerez, especialmente en lo relacionado con el tratamiento y la documentación médica de su hijo. Su principal queja se centra en un informe erróneo que asegura que su hijo tolera comidas y olores, algo que, según ella, es completamente falso.

El niño, que padece problemas de disfagia (dificultad para tragar), no puede alimentarse por la boca y depende totalmente de un botón gástrico para recibir nutrición. “Mi hijo no come nada por la boca, no soporta olores y solo se alimenta a través del botón gástrico con una leche especial”, explica Manuela. Sin embargo, en un informe emitido el 19 de noviembre, la doctora responsable indicó que el niño había mostrado avances evolutivos y que toleraba comidas y olores, lo que llevó a darle el alta.

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La madre con el pequeño, de siete años. JUAN CARLOS TORO

Manuela asegura que esta información es incorrecta y ha solicitado en repetidas ocasiones que se rectifique el informe. “Le he dicho a la doctora que eso no es cierto, que mi hijo no tolera comida. Pueden preguntar en su colegio o en Upace, donde todos saben que no come por la boca”, afirma. A pesar de haber presentado dos hojas de reclamación (una en noviembre y otra en enero), no ha recibido respuesta ni se ha modificado el documento.

La situación ha generado complicaciones adicionales. Recientemente, al recetarle antibióticos, le indicaron pastillas, algo que el niño no puede tomar debido a su condición. "Tuve que volver a consultar para que me lo recetaran en jarabe, pero esto no debería pasar si el informe estuviera correcto", lamenta Manuela.

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Manuela, con su hijo en las inmediaciones del Hospital. JUAN CARLOS TORO

Además del problema con el informe, Manuela enfrenta otra dificultad en el área de rehabilitación motórica. Su hijo necesita un traje DMO (Dynamic Movement Orthosis) para tratar una displasia en la cadera derecha y una rotación interna que le causa frecuentes caídas. Sin embargo, le han informado que este traje no está incluido en el catálogo ortoprotésico y, por tanto, no puede ser recetado. “Desde el principio me dijeron que lo necesitaba, pero ahora justifican que no lo ven conveniente”, explica.

Manuela ha intentado resolver estos problemas hablando con el supervisor de la planta y acudiendo a la dirección del hospital, pero no ha obtenido respuestas concretas. "Me dijeron que lo iban a revisar, pero no ha pasado nada. Estamos en las mismas", afirma con frustración.

Dos posturas encontradas

La madre exige que se corrija el informe médico para reflejar la realidad de la condición de su hijo y que se reconsidere la prescripción del traje DMO, esencial para su movilidad y calidad de vida. “Necesito que cambien ese informe porque es un retraso para nosotros. Mi hijo no come por la boca, y eso debe quedar claro”, insiste.

Este periódico se ha puesto en contacto con el SAS para conocer su opinión sobre la situación y señalan que si Manuela ha presentado una reclamación oficial, se le responderá por esa vía.

Además, remarcan que si hay un informe clínico no cuestiona las decisiones de sus profesionales y que la madre del pequeño tiene la opción de pedir una segunda opinión médica si no está conforme.

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Francisco J. Jiménez

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