A pesar de la amenaza de lluvia que se cernía sobre Jerez durante la tarde-noche del Lunes Santo, la Hermandad del Cristo de la Viga decidió mantener su salida procesional y pudo completar su estación de penitencia.
Finalmente, la previsión se cumplió y un aguacero intenso descargó sobre la ciudad, aunque no impidió que la cofradía cumpliera con uno de los momentos más emblemáticos de su estación: la recogida entre bengalas en la subida a la Catedral.

Anticipándose por poco a la lluvia
El año pasado, las condiciones meteorológicas impidieron que la hermandad pudiera realizar su estación de penitencia, una situación que dejó a sus hermanos sin poder recorrer las calles de Jerez. Este 2025, sin embargo, la hermandad optó por adelantarse a los acontecimientos y aceleró el paso para poder llegar a tiempo al templo catedralicio, anticipándose casi de milagro a la lluvia.
El esfuerzo de organización se vio recompensado con una llegada a la Catedral justo antes de que la lluvia hiciera acto de presencia. La imagen del Cristo de la Viga protagonizó la última parte del recorrido entre un impresionante entorno de luces rojizas y una atmósfera cargada de emoción y devoción.

Este momento, considerado uno de los más simbólicos de la jornada, volvió a vivirse con intensidad tras la obligada ausencia del año anterior. La combinación de tradición, fervor y la tensión por el clima inestable marcaron un final da jornada que pasará al recuerdo por su carga visual y simbólica.

La Hermandad del Cristo de la Viga demostró su compromiso con la historia y el patrimonio devocional de la ciudad, afrontando las dificultades con determinación y cautela. Su entrada en la Catedral, bajo la amenaza inminente de lluvia, volvió a dejar imágenes de gran belleza y espectacularidad.