La Hermandad de Bondad y Misericordia dio ayer un primer paso para hacer realidad su casa de hermandad. Por lo pronto se procedió a la protocolaria colocación de la primera, un acto que contó con la presencia del obispo, de la alcaldesa, del presidente de la Unión de Hermandades y otras autoridades y, especialmente, con una masiva presencia de vecinos.
En un espacio situado en el parque Salud López Leytón se levantará este edificio, muy próximo a la sede canónica de la cofradía, la iglesia de San Juan de Dios, y en el mismo barrio donde nació la asociación juvenil que hoy es hermandad.
En ese lugar ser colocaron sillas, que ocuparon en su totalidad hermanos de la cofradía, hermanos mayores y otros invitados junto a un importante número de vecinos que asistieron este simbólico acto incluso desde los alrededores y balcones. Para ‘adornar’ la cita y darle más ambiente cofrade, la Agrupación Musical San Juan interpretó varias marchas.
Fueron varios discursos los que se sucedieron: el delegado episcopal en la Unión de Hermandades, el constructor, el arquitecto, la alcaldesa, el hermano mayor y el obispo. Tras bendecir el recipiente de la primera piedra, que contiene los elementos habituales que señalan el día y el acto, se introdujo en el hueco abierto y se cubrió con paladas de tierra a cargo de todos los anteriormente citados que tomaron la palabra.

Daniel López es el arquitecto que ha diseñado un edificio de una planta de 160 metros cuadrados habitables más una zona ajardinada de 300 metros cuadrados. La distribución consta de un espacio para guardar el paso y también para mayordomía, un salón con vitrinas donde se expondrán los enseres de la cofradía y otro como área multiusos.
El hermano mayor, Francisco Perea, tildó la convocatoria como emocionante y “muy esperada por los hermanos” y también emotivo “porque llevamos con el proyecto desde 2019 y ver que empieza a hacerse realidad, es emocionante, lo que nos llena de ilusión”.
Se ha colocado la primera piedra, pero las obras comenzaran de forma inmediata. El próximo lunes se iniciarán los trabajos sobre el terreno, “con el objetivo de que en seis meses esté concluida la obra a fin de que en febrero del próximo año podamos proceder a la inauguración”, informa el hermano mayor, que agradeció, en declaraciones a lavozdelsur.es, la presencia y los parabienes que dirigieron a la hermandad las autoridades en sus intervenciones.

“No nos creemos esto hasta que lo veamos hecho”, confiesa Perea, que recuerda como de aquellos años en los que estaban sin sede canónica y prácticamente ‘en la calle’, se ha pasado a tener ya en marcha la sede social de la corporación. “Esto es consecuencia del duro trabajo que hemos desplegado vendiendo polvorones, pestiños, verbenas, zambombas, la feria y numerosas rifas”, destaca el hermano mayor, que reconoce que “es un empujón importantísimo para la hermandad. Ahora soy yo y en el futuro serán otros, pero todos debemos aportar para consolidar la cofradía”, concluye.
Este no es el único proyecto en el que anda inmersa la hermandad, que ya dio a conocer la renovación completa de la imaginería, excepto la talla del Señor, así como la ejecución de una nueva Dolorosa, todo a cargo del sevillano Navarro Arteaga. Esto implicará una profunda reordenación de la presentación iconográfica del misterio del lavatorio de pies, que incorpora todo el apostolado.
Lo primero que llegará será el boceto de la Virgen para el 2025, mientras que se ha previsto que para el siguiente año empiecen a recibir la nueva imaginería. En cuanto al paso, la próxima Semana Santa presentará la talla trasera del canasto junto a seis cartelas más, un trabajo que lleva a cabo Manuel Oliva.