La Policía Nacional ha desarticulado en Jerez, dentro de la denominada Operación Integridad, un grupo criminal compuesto por tres hombres, presuntamente organizados para cometer robos con violencia e intimidación contra víctimas con las que contactaban a través de aplicaciones de contacto para hombres homosexuales.
La investigación se inició tras las denuncias prácticamente simultáneas en el tiempo de dos varones sin ninguna relación entre ellos, ambos manifestaron haber sido víctimas de robo violentos por parte de varios individuos que, armados con armas blancas de gran tamaño, les habían obligado a entregar todos su dinero y efectos de valor.
En el primero de los hechos ocurrió en el propio domicilio de la víctima, cuando el afectado abrió el acceso a su vivienda al que creía era la persona que había conocido en Internet, irrumpieron en la misma otros dos varones cómplices del primero que estaban ocultos en los laterales del marco de la puerta, ambos con el rostro cubierto, blandiendo cuchillos y con una actitud muy violenta saquearon a la víctima y todo el interior de la vivienda.
La segunda víctima fue asaltada en la vivienda donde se había concertado la cita, este fue obligado además a punta de cuchillo a conducir a sus tres asaltantes hasta su propio apartamento para apropiarse de más efectos de valor.
La inmediata investigación que se inició por los policía nacionales logró identificar a los tres implicados, todos ellos fueron localizados en tres distintas ubicaciones de la ciudad de Jerez, llevándose a cabo la detención simultánea de todos ellos dentro del dispositivo que se estableció al efecto durante la misma mañana, uno de ellos, al verse cercado por los agentes, trató de eludir la acción policial huyendo por los tejados de las viviendas contiguas armado un cuchillo de cocina.
Fue cercado en los tejados por los agentes de las unidades de seguridad ciudadana que apoyaban a los miembros de la policía judicial y conminado a que soltara el arma mediante el táser de dotación del que ya disponen los agentes de la Policía Nacional, el individuo soltó el arma y depuso su actitud sin que los agentes se vieran obligados a usar el inmovilizador eléctrico.
Los tres individuos fueron detenidos como presuntos autores de los delitos de robo con violencia y detención ilegal, siendo trasladados a las dependencias de la Comisaría de la Policía Nacional en la Avenida de la Universidad, donde ingresaron en el área de calabozos hasta que se dio por concluido el atestado policial y fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial quien, tras oírles en declaración, decretó para los dos principales responsables su inmediato ingreso en prisión y libertad condicional con medidas cautelares para el tercero, quién había colaborado como cómplice en uno de los delitos.