Tradicionalmente, Jerez ha estado abonado a que muchos de sus residentes hayan optado por tener lo que se denomina un campito. Una porción de terreno que sirve los fines de semana para tener un espacio de uso y disfrute en el mundo rural. Son suelos rústicos, en víaspecuarias, que han ido acondicionándose en muchos casos fuera de ordenación urbanística. En esos suelos no es posible construir ni residir, pues carecen de servicios básicos.
Aun así, el mercado inmobiliario a veces juega con otras reglas. Y eso provoca que los precios por estas parcelas en terreno no urbanizable se sigan disparando de precio. "Se vende terreno rustico de casi 5.000 metros cuadrados con una construcción de una nave de 120 metros. Totalmente vallado y con entrada para poder aparcar varios coches. Mejor ver", reza uno de los últimos anuncios en incorporarse al portal inmobiliario Idealista.
Se trata de un terreno a la venta en Estella del Marqués, muy cerca del núcleo urbano de Jerez. El terreno tiene todo tipo de árboles y una construcción que sirve para organizar convivencias y celebraciones en esta ELA de Jerez. Su precio fijado es de 125.900 euros, un precio similar al que se pide en muchas zonas del Jerez urbano por un suelo edificable.

Baño, una pequeña cocina, un huerto con riego... la gran extensión de terreno permite disfrutar de uno de esos campitos de recreo que tanto abundan en el mundo rural jerezano, tan diseminado y donde a lo largo de las décadas han proliferado tantas y tantas construcciones ilegales.
Viviendas que con el paso de los años han acabado siendo residencia habitual de sus moradores. Urbanismo y el departamento de disciplina persiguen estas construcciones, pero mientras tanto el mercado sigue a pleno rendimiento.