Hay grietas bastante visibles que se aprecian sin necesidad de acercarse demasiado a la portada de Andrés de Ribera del monasterio de la Cartuja, situado a las afueras de Jerez, muy cerca de la autovía que conecta la ciudad con Los Barrios. Precisamente su ubicación puede estar detrás de su deterioro, muy acentuado, y acelerado, en los últimos años.
Por la carretera que pasa a pocos metros de este conjunto monumental circulan una media de 15.000 vehículos diarios, siendo importante la cantidad de camiones. Una cifra que ha aumentado considerablemente desde la liberación del peaje de la AP-4, la autopista que conecta las provincias de Cádiz y Sevilla, y que muy cerca de la Cartuja tiene conexiones con la autovía Jerez-Los Barrios.
La Cartuja, el monumento artístico más importante de la provincia, fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1856, incluso antes que la Alhambra de Granada. Un informe encargado por la Diócesis a principios de este año constata que el deterioro sufrido por la portada de Ribera se ha acelerado en los últimos tiempos.
"La evolución de la fisura, y su mayor deterioro, coinciden con la liberación de la autopista", sostiene Manuel Pareja, gestor del equipo diocesano de gestión de la Cartuja, en declaraciones a lavozdelsur.es. Aunque matiza: "Para ser concluyente habría que instalar un sismógrafo de larga duración, aunque es evidente que la portada se está deteriorando a un ritmo importante estos últimos años".
El costoso mantenimiento de la Cartuja es un tema recurrente. El monumento pertenece al Ministerio de Hacienda, aunque la gestión está encomendada a la Diócesis de Asidonia-Jerez, que la tendrá durante el próximo medio siglo al menos. El Gobierno, a través del Ministerio de Fomento, ha destinado 3,7 millones de euros a su conservación en los últimos años, con intervenciones realizadas en 2014 y 2018, actuando en la reconstrucción de las celdas del ala norte y en el Claustro de Padres.
La Diócesis, sin embargo, rechazó ayudas en 2018 y 2019, con cargo al 1,5% cultural, por la imposibilidad de hacer frente al 25% de los proyectos, que debe costear por ley. Una de estas ayudas buscaba mejorar el estado de la portada de Ribera, que en el momento en el que se solicitó estaba mejor que en estos momentos. Aunque se hubieran ejecutado estos trabajos, no se hubiera resuelto el problema.
Para frenar el desgaste, y el tamaño de las grietas, "hay que acometer un proceso de estabilización", añade Pareja. El equipo técnico de la Diócesis aconseja apuntar la portada de Ribera, una actuación que tiene un alto coste. El apuntalamiento supone unos 40.000 euros, y el alquiler de los andamios, 3.600 euros mensuales, por lo que anualmente se acerca a los 90.000 euros.
"Entendemos que la solución, con urgencia, es apuntalar la portada de Ribera para que no se siga deteriorando", sostiene Manuel Pareja, gestor del equipo diocesano de gestión de la Cartuja, y una de las mentes pensantes de los proyectos de presente y de futuro que tiene la Diócesis para el monumento. "La Diócesis por sí sola no lo puede hacer", dice Pareja, tajante.
En estos momentos se está esperando la resolución de una subvención, con cargo al 1,5% cultural, solicitada en octubre de 2023, cuyo importe es de unos 400.000 euros. Con esta ayuda se pretende reformar el Claustro de Padres y la espadaña de la Iglesia. Del importe total, la Diócesis debe aportar cerca de 100.000 euros, el 25%. "Con fondos propios es obligatorio aportar 36.000 euros, para el resto se pueden buscar patrocinios", explica Pareja.
Cuando la Cartuja se encuentra ante una nueva etapa, aperturista, tras la salida de las hermanas de Belén y el comienzo inminente de las visitas guiadas a un monumento que durante 550 años ha estado reservado para unos pocos elegidos —primero los monjes cartujos y luego las citadas hermanas, con visitas contadas—, llama la atención que su estado patrimonial presente tal estado de deterioro.
Durante una reunión celebrada entre la Diócesis y el Ayuntamiento de Jerez, celebrada este jueves, los gestores de la Cartuja han trasladado estos problemas, y otros, al gobierno local, que se muestra partidario de interceder para atender a sus peticiones. Y para intermediar ante otras Administraciones, véase el Gobierno central, propietario del monumento.
Entre las peticiones de la Diócesis al Ayuntamiento, figura como prioritaria la habilitación de un aparcamiento en una parcela aledaña a la Cartuja, para lo que debe otorgarse licencia. Con la Junta de Andalucía se deberá gestionar posteriormente la mejora de los accesos. Y una vez esté, la posibilidad de conectar el monasterio con la ciudad y su entorno mediante una línea de autobús, otra de las demandas.
Diócesis y Ayuntamiento también trabajan en el borrador de un futuro convenio de colaboración que rija la nueva vida de la Cartuja, "para facilitar que el monumento se ponga en uso para el disfrute de los ciudadanos, desde el punto de vista turístico y cultural", apunta Manuel Pareja. La intención, además, es que las ciudades de la provincia conozcan el conjunto monumental, un gran desconocido.
Añadir a la Cartuja en la candidatura de Jerez para optar a la Capitalidad Europea de la Cultura, que el Ayuntamiento medie para conseguir fondos que ayuden a su conservación o implantar una agenda cultural en torno al monumento son otras de las peticiones trasladadas al gobierno local.