Tras nacer con tres cardiopatías congénitas, lleva 49 operaciones en su cuerpo. Cualquier problema de salud menor para una persona normal, en su caso se multiplica como mínimo por tres. Desde el sábado lleva con vómitos y somnoliento. Hoy, debido a que no mejora, los padres de Marcos Carribero le han llevado a urgencias del Hospital de Jerez, donde ha pasado casi ocho horas para que le den los resultados de la analítica que le han realizado.
"Llevamos 19 años y medio de espera en la puerta de urgencia", comenta Juan Carribero, padre del joven jerezano. Desde las doce de la mañana hasta cerca de las ocho de la tarde ha estado esperando para conocer el alcance exacto de la dolencia de su hijo. Finalmente, le han dado el alta médica tras una analítica y un tac craneal para saber si la válvula que Marcos tiene en la cabeza es la causante o no de los vómitos que sufre.
"Cuántas cosas nos quedan por cambiar todavía en nuestro sistema de Santidad. La sala de espera estaba abarrotada de personas, sin miramientos de nivel de enfermedad o grado. Niños con enfermedades especiales con grado máximo, esperando igual en la sala. ¿Se puede mejorar esto? Pues claro que sí. Nuestro personal sanitario está desbordado", destaca Juan.