El Obispado de Jerez ha llevado a cabo en la Catedral un encuentro con los hermanos mayores y Consejo de Hermandades de la ciudad cuyo fin ha sido trasladar al colectivo cofrade la necesidad de adaptar su funcionamiento a aspectos que la legislación civil está exigiendo a todos los colectivos y entidades que desarrollen actividades con menores.
Este es el caso de las hermandades que en su mayoría tienen activos grupos juveniles e infantiles, coordinados por hermanos o hermanas mayores de edad, que desarrollan una programación exclusiva de actividades dirigidas a los menores, como encuentros, ciclos formativos, labores propias de la cofradía y excursiones, entre otras.
El vicario, la delegada de Hermandades y el asistente eclesiástico en la Unión de Hermandades se ocuparon de dar a conocer asuntos como este de protección al menor junto a otros en materia de transparencia en las cuentas. En relación a lo primero, se expuso el protocolo que la Diócesis de Asidonia-Jerez tiene activado para la protección de menores.
Ese documento explica detalladamente cada aspecto a tener en cuenta y la visión de este asunto desde el punto de vista eclesial como lo establecido en el ordenamiento jurídico español. También se exponen una serie de medidas preventivas de obligado cumplimiento, que pone el foco primero en la selección del personal que trabajará con los menores y personas vulnerables, ya sea en su labor pastoral o docente o formativo-lúdica, en el caso de las hermandades.
De esta forma, el Obispado extiende al colectivo cofrade lo que ya está aplicando en otros ámbitos y organizaciones de la Iglesia local. El protocolo obliga a indagar a la persona que estará al frente de las actividades con menores para “comprobar que se encuentre lo suficientemente formado en la prevención de abusos sexuales”.
Este requerimiento va dirigido a “todos los sacerdotes, seminaristas, personas consagradas, trabajadores o voluntarios laicos, que tengan alguna responsabilidad con menores o personas vulnerables dentro del ámbito de este Obispado”. De esta forma será necesario que estos delegados de grupos jóvenes o infantiles, en ámbito de las cofradías, tendrán que obtener el certificado negativo del Registro Central de Delitos Sexuales.
También se exige que estos miembros de las juntas de gobierno o hermanos comisionados deberán conocer el protocolo establecido por el Obispado y la guía de buenas prácticas, así como las normas canónicas y del estado sobre los abusos sexuales a menores. Deberán actualizar de forma permanente la formación en esta materia y deberá firmar un documento de compromiso “en el que libre y expresamente manifieste que conoce la doctrina de la Iglesia sobre abusos sexuales a menores”.
Asimismo se pide a los responsables que estén al corriente de “que el abuso a menores es una conducta tipificada como delito, que informará a la autoridad eclesiástica y civil aquellos hechos que pudieran ser considerados como abuso sexual a menores y que se compromete a participar en las actividades formativas sobre abusos”.